Calma, que la inseguridad continuará

Preocupantes y hasta desconcertantes resultan las declaraciones del secretario de Seguridad...

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Preocupantes y hasta desconcertantes resultan las declaraciones del secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella, al señalar que “será hasta el último trimestre de este año cuando la entidad regrese a los niveles aceptables de delincuencia, al contar con un sistema de videovigilancia y personal capacitado”.

¿Cómo debe tomar estas palabras la ciudadanía? ¿Debe acaso mantener el Jesús en la boca tres trimestres más de este año, rogando a diario que no le suceda nada a él o ella ni a su familia, a su patrimonio? ¿Debemos entender que hoy el estado no cuenta con vigilancia ni con agentes debidamente capacitados?

Pareciera que Capella Ibarra no ha entendido bien la misión por la que fue contratado. El jefe de la policía fue importado desde el estado de Morelos para dar resultados inmediatos, dados los lacerantes niveles de inseguridad y violencia que se viven, especialmente al norte del estado, no para observar la situación y asegurar que “ahí luego, para cuando se pueda, con más calma”. NO.

Tan sólo en Cancún, el año pasado se reportaron cerca de 550 ejecuciones, con un crecimiento del 100 por ciento en comparación en 2017, año que en su momento fue considerado como el más violento en la historia de la ciudad y de la entidad.

La seguridad pública, la vigilancia y la protección de la sociedad es quizá la primera obligación que debe cumplir todo gobierno y ante lo cual no puede ni debe escatimar recursos ni esfuerzos. El trabajo debe hacerse ya, cueste lo que cueste.

Se trata, sin duda alguna, de la máxima demanda de la población, que en estos dos años, ha brincado de la preocupación al miedo, y del miedo a la psicosis, pues muchos miles que han sido víctimas de algún hecho delictivo (asalto, robo, secuestro, extorsión) o bien tienen conocidos que han sido ultimados.

Desde luego que se trata de una desafortunada declaración del jefe de la Policía, quien cada quincena tiene puntual su salario. No puede dar más largas a las acciones contra la inseguridad y la violencia.

Lo dicho por el Secretario de Seguridad Pública se interpreta (si es que cabe alguna interpretación, por la misma claridad de sus palabras) que el estado no cuenta con vigilancia ni con agentes debidamente capacitados para hacer frente a la delincuencia.

¿Cómo entonces piensa e insiste en la instauración de un Mando Único? ¿Y los más de 3 mil 200 efectivos de la Policía Militar tampoco están capacitados o de plano no hay coordinación con ellos?

Lo dicho por el jefe de la policía arrincona a una sociedad quintanarroense que todos los días es testigo de actos violentos de alto impacto, que ruega por no ser víctima de la delincuencia… Y ahora los encargados de garantizar la paz y la tranquilidad anuncian que “tenga calma y soporte el miedo, porque esta zozobra continuará al menos nueve meses más”.

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