Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La convocatoria que fue abierta recientemente, dirigida por el Programa de Liderazgo en el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), ya cuentan con los primeros cinco proyectos inscritos.

En esta ocasión, los proyectos participantes van dirigidos a la protección del ecosistema de manglar, ya que paralelos al SAM hay más de 212 mil hectáreas de esta vegetación y tan sólo en Quintana Roo hay 60%, de acuerdo con información del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN).

Dicho porcentaje revela la importancia que tiene implementar proyectos de conservación que puedan aplicarse en el estado y que al mismo tiempo se compartan con Honduras, Guatemala y Belice, países que integran la barrera.

También te puede interesar: Verano, época del año para la reproducción de corales

Dentro de todos los proyectos que sean ingresados en al (FMCN), serán elegidos 12 líderes, quienes pasarán a formar parte de los 45 que ya han sido apoyados para desarrollar sus ideas a lo largo de cinco años.

En 2014 la temática se centró en medidas para disminuir la llegada de residuos sólidos hasta en 30% en los arrecifes que forman parte de la segunda barrera más grande del mundo, después de la australiana.

Afectaciones a la vegetación de manglar

En la edición de 2015 la invitación se extendió a 250 instituciones locales e internacionales y hasta el momento los que han mostrado interés han enfocado sus ideas en disminuir la deforestación en esta zona, ya que es la primera causa que afecta el ecosistema.

En segundo lugar el factor que afecta esta vegetación es la contaminación y la construcción de desarrollos, así que las propuestas que realicen tendrán que ir dirigidas a la regulación de estas actividades.

De acuerdo con World Resources Institute (WRI), los manglares contribuyen con 25% del Producto Interno Bruto (PIB) cada año, pues son naturalmente refugio para peces y otras especies acuáticas, además que se convierten en el lugar ideal para que anidación de las aves.

Al mismo tiempo, esta vegetación funciona como barrera al momento de que se registra una tormenta ciclónica o un huracán y evita la erosión en las playas.