Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Construir una línea de conducción de combustibles Magna, Premium, Diesel y Turbosina, de Puerto Progreso a Quintana Roo representa el recorte de mano de obra de transporte y logística y como consecuencia directa aminorar drásticamente las fuentes de empleo a nivel local, consideró el líder gasolinero, Jorge Marzuca Ferreyro.

Si bien el proyecto delimita más de 10 años de análisis, la viabilidad es cuestionada en la actualidad y rechazo a su aplicación.

Operadores de aproximadamente 450 vehículos cisterna (pipas), donde se transportan los combustibles a lo largo de la geografía estatal, quedarían obsoletos de habilitarse el tan mencionado ducto subterráneo.

De acuerdo con el también distribuidor de combustibles en la zona sur, el análisis de costo de construcción del proyecto arrojó una inversión de 100 millones de dólares hace ocho años, cifra que en la actualidad podría generar el doble y aún así había que considerar los gastos no considerados en su momento, resultando en un plan con inflación de costos desmesurado.

En el caso de la capital, cerca de 10 millones de litros de gasolina se consumen al mes, ocho millones de éstos en Magna (80 por ciento). La viabilidad genera un escenario de aprobación a nivel general, pero se debe tener en cuenta que la afectación directa es para aquellos que lo transportan por los tramos carreteros, mismos que tendrían que busca otra fuente de ingresos salariales.

“Creo que en este momento no es conveniente para el estado, quienes ya invirtieron en la modalidad actual perderían este patrimonio”, aseveró.