Julián Miranda/SIPSE

COZUMEL, Q. Roo.- Antes de las afectaciones del huracán “Wilma” en el 2005 había dos mil 996 hectáreas de arrecifes en la isla de Cozumel. El meteoro las redujo a dos mil 157 y según estimación de la dirección del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel (PNAC), que pertenece a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp), solo un 5% de la zona afecta de ha recuperado en los últimos tres años.

 

El monitoreo que se hace con una mezcla de recursos de la Conanp y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pretende determinar si las causas naturales o el impacto de la presencia del hombre afecta a los ecosistemas marinos.

 

La dirección del Parque Marino tiene en sus estadísticas que a lo largo del 2012 más de 296 mil buzos compraron un brazalete para tener derecho al uso de esta zona.

 

Sin embargo, también se sabe que hay buceo clandestino que puede llegar a incrementar las cifras de inmersiones en los arrecifes de Cozumel, ecosistema que forma parte de la gran barrera arrecife mesoamericano, la segunda en importancia después de la gran barrera de coral de Australia.

 

La federación decretó el PNAC el 19 de julio de 1996, que se localiza en la zona sur de la isla y tiene una extensión de 11 mil 987.87 hectáreas, cuenta con 36 arrecifes que utilizados para el buceo y esnorquel.

 

Del total del área protegida, el 25% contaba con zonas arrecifales antes del impacto del huracán “Willma” el 21 de octubre de 2005, el cual era de categoría cinco en escala Saffir-Simpson. 

 

Ricardo Gómez Lozano, director PNAC, dijo que este meteoro causó daños a los corales del 50% y especies marinas que habitaban estas zonas, en algunos arrecifes como el denominado Dzul Ha se tuvo una pérdida del 90% de su estructura coralina.

 

Desde el 2010 y de manera anual la dependencia ha llevado a cabo estudios biológicos y de impacto que tiene la presencia en los arrecifes de la zona protegida. 

 

El trabajo es efectuado por cuatro investigadores de la Conanp e igual número de buzos voluntarios.

 

Entre las situaciones que afectan a los arrecifes de Cozumel se encuentra sobrepesca, contaminación, sedimentación, eutrofización, cambio climático, desarrollo costero e impactos directos durante el buceo recreativo.

 

Estas situaciones pueden generar estrés en los corales y el fomento de enfermedades como el blanqueamiento.

 

En el 2012 el PNAC autorizó 236 embarcaciones para prestar el servicio turístico en la zona y registró una asistencia de 296 mil personas, sin embargo, se estima que otras 54 mil pudieron ingresar al área natural protegida sin autorización de la dependencia.

 

En el estudio se detectó que hay buzos, prestadores de servicio, fotógrafos y bañistas que dañan a los corales mediante impactos. 

 

De las 666 personas evaluadas y que impactaron los arrecifes, 71.85% son turistas, 19.58% fotógrafos y 8.56% son guías de turistas. 

 

Se han implementado cursos de capacitación y se ha reducido el número de personas para evitar el daño a los arrecifes. Con estas medidas se ha logrado incrementar cinco por ciento la cobertura de coral para los sitios de buceo.