Jorge Carrillo/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Chetumal es una ciudad que nació como moderna; desafortunadamente, lo primero que la dañó fue la naturaleza en 1955, con el paso del Huracán Janet, pero lo que más le ha perjudicado es el abandono como capital del estado, categoría que tiene perdida, consideró el cronista vitalicio de la ciudad, Ignacio Herrera Muñoz.

“Hay muchos edificios que en el ayer eran emblemáticos del lugar y se han dejado en el abandono, algunos ya han desaparecido”, dijo.

Lo anterior ha ocasionado que la ciudad vaya envejeciendo de manera prematura, por ejemplo el edificio histórico donde en su momento se encontraba la Federación de Cooperativas Chicleras y Caoberas y que hasta hace poco eran las oficinas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural e Indígena (Sedari), ahora se está cayendo a pedazos sin que nadie haga nada por rescatarlo.

"En lo particular he sugerido que se construya en ese lugar el “Museo del Chicle”, por la actividad que en su momento representó el auge económico de esta región", manifestó.

Herrera Muñoz recordó que también las casas de madera, que son un patrimonio histórico y cultural de Quintana Roo, en este momento se están deshaciendo, pese a que se autorizaron recursos económicos federales para su rehabilitación, pero el proyecto nunca se puso en marcha.

En entrevista, el cronista de Chetumal, quien se dedica al registro de los principales acontecimientos de esta capital y a la difusión de su cultura, explicó que el Chetumal moderno parte de la avenida de los Insurgentes hacia el norte, donde prevalecen las construcciones nuevas y los fraccionamientos habitacionales, hacia el sur está la parte a antigua, “donde se deberían conservar los edificios que son íconos de nuestra historia”, dijo.

Edificios que guardan la arquitectura art deco como lo es el primer jardín de niños de Chetumal de nombre Benito Juárez, comentó Herrera Muñoz, es utilizado en la actualidad como oficina para trámites de becas escolares, cuando, a su parecer, debería estar instalado ahí el Museo de la Ciudad que está escondido en un rincón de lo que fue la Escuela Socialista Belisario Domínguez.

“Si hablamos de edificaciones más actuales, es necesario mencionar la mega escultura que se encuentra abandonada después de que en ella se invirtieron más de 100 millones de pesos. El agua de la Bahía de Chetumal está acabando con ella y los visitantes preguntan el por qué, yo no atino a decirles que son proyectos abortados y me limito a contestar que a visión del escultor Sebastián es una alegoría al mestizaje mexicano”, exclamó. 

El historiador local, precisó: “tenemos frente al Parque Zoológico Payo Obispo un Observatorio Climático que representa una mancha citadina que como otras construcciones afean la ciudad”.

“Considero que debe haber disposiciones que eviten este tipo de fenómenos, porque recuerdo que cuando había en Chetumal Delegación de Gobierno, es decir, cuando aún no estábamos constituidos como estado, se exigía a los habitantes mantener por lo menos sus fachadas pintadas y pese a que había gente humilde, veían como le hacían para pintar aunque sea con cal sus barandales de madera”, señaló.