Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Daniel N, es otro de los hermanos de Liborio que desapareció el domingo pasado en el cenote “Los Compadres”, en Leona Vicario, se le cristalizan los ojos y está a punto de llorar mientras narra cómo buzos expertos encontraron a su familiar a 86 metros de profundidad.

Buzos de Playa del Carmen hicieron una inmersión, pero llegaron a 50 metros; en la segunda ocasión con equipo más especializado lograron ubicarlo. Ahora la familia se lo quiere llevar embalsamado para que lo vean por última vez sus familiares de Tepeaca, Puebla.

Eziquio, otro hermano, y Daniel no flaquearon, continuaron tocando puertas para encontrar a expertos en buceo. El día de los hechos, la Cruz Roja hizo lo que pudo, por carecer de equipo especializado sólo descendieron 25 metros de profundidad y suspendieron la búsqueda de Liborio.

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El pasado jueves, los hermanos pidieron apoyo a la Marina, pero tampoco contaban con el personal y el equipo especializado para bajar a mucha profundidad. El cenote de “Los Compadres” es uno de los dos más profundos que existen en la zona norte del Estado. El otro se encuentra en la Ruta de los Cenotes y tiene más de 100 metros, dijo Daniel.

Nadie se quería arriesgar a entrar a ese lugar. Un amigo de la familia fue quien proporcionó el contacto para pedir ayuda al sindicato de buzos de Playa del Carmen. 

Búsqueda del cuerpo

Ayer, a las 17 horas, llegaron los primeros tres expertos, una hora estuvieron rastreando la zona, bajaron a 50 metros de profundidad, pero no pudieron localizarlo.

Eran las 18 horas cuando salieron del agua sin éxito. Para bajar a más metros, los buzos tendrían que llenar los tanques con gases especiales. Tuvieron que esperar casi tres horas para que otro grupo de tres buzos de dicho sindicato, se trasladaran de Playa del Carmen a Leona Vicario con los tanques especiales.

Poco antes de las 21:30 horas, los expertos en buceo se sumergieron con su equipo, incluyendo lámparas, pasaron aproximadamente 15 minutos y emergieron con el cuerpo de Liborio. El cuerpo del poblano se encontraba a 86 metros de profundidad, no estaba atorado en ningún lugar. El cadáver flotaba en las profundidades del cenote, estaba hinchado y posiblemente en las próximas horas saldría a flote, fue la explicación que dieron los buzos a los familiares.

El reporte del rescate y hallazgo del cuerpo del vendedor de colchones lo recibió la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), a las 22:30 horas. La dependencia estatal abrió la averiguación previa 1668/2015. El cadáver fue trasladado al Servicio Médico Forense para los trámites legal. El mediodía de ayer, Daniel N y Eziquio N se presentaron a las instalaciones de la PGJE para realizar el trámite de entrega del cuerpo.

Es un lugar inseguro porque no tiene ningún señalamiento, ni salvavidas y los que cuidan el lugar no saben ni nadar, deberían de clausurarlo para que no haya otra tragedia como la de mi hermano, dijo Daniel. El cuerpo lo vio bien, aún no presentaba signos de putrefacción, en cuanto se los entregue las autoridades judiciales, lo van a embalsamar y este jueves estarían trasladándolo vía aérea al aeropuerto de Puebla, donde los esperará una ambulancia del pueblo de Tepeaca, para sepultarlo en el panteón municipal.