Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- El escurrimiento de residuos de fosas sépticas llegan a la Bahía de Chetumal desde el municipio de Bacalar. Es a través de la filtración en el subsuelo que los restos viajan varios kilómetros para depositarse en la zona costera de la capital, principalmente en el ecosistema arrecifal.

Especialistas del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) unidad Chetumal, consideran que es como una red donde fluyen los contaminantes, ya que en su trayecto se unen a los generados en esta capital, haciendo que el flujo se concentre en mayor grado.

El doctor Héctor Hernández Arana expuso tal situación a estudiantes de nivel medio superior el pasado viernes en el auditorio del Museo de la Cultura Maya, en el marco de la semana Agua y Diversidad Biológica. Sucede que las fosas sépticas no cuentan con un blindaje físico adecuado que contenga los residuos y por ello éstos se filtran por el subsuelo.

Además, la interconexión que existe en el sur de Quintana Roo mediante cuerpos o sistemas de agua subterráneos, forma parte de los factores que permiten dicha filtración.

Generalmente, la construcción de este tipo de depósitos bajo la tierra se hacía a la ligera en épocas o años anteriores; es en las comunidades rurales, por ejemplo, que son hoyos excavados sin recubrimiento de concreto o algún otro material que frene la filtración hacia la tierra.

Al menos una vez al año se debe llevar a cabo la acción de desazolve de las mismas, principalmente previo a la temporada de lluvias que inicia el mes de mayo, de lo contrario el escurrimiento se verá favorecido.

Una fosa séptica contiene las aguas negras domésticas, heces humanas; el proceso de separación y transformación de la materia sólida, en el caso de aquéllas que no tienen recubrimiento alguno, ocasiona que se filtren al suelo y al hacer contacto con la red de corrientes de agua subterráneas viajan hasta su desembocadura.

Quienes sufren por esta consecuencia son las especies marinas que habitan en el ecosistema de la Bahía de Chetumal, ya que no sólo soportan las descargas de la población local, sino también la de Bacalar, aseguran.