Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Por décadas, los mariachis han testimoniado reconciliaciones, conquistas, fiestas y hasta entierros. Pero en los últimos años la contratación del mariachi, ese grupo de charros armados solamente con instrumentos musicales, ha disminuido considerablemente.  Pero para estos músicos, amantes de la tradición, las pocas fiestas o serenatas a las que puedan acudir son suficientes para seguir “viviendo” por algo que les apasiona. 

Baja considerable

En los últimos 20 años, la contratación de los mariachis ha venido a la baja. Anteriormente tenían hasta 10 contrataciones por día. Ahora apenas logran tener tres y sólo en fines de semana (viernes, sábado y domingo, una por día), situación que pudiera derivar de la falta de solvencia económica, pues ahora basta con entregar un regalo significativo y económico.

Leyenda musical

En Chetumal, Los Galleros es el único mariachi que sobrevive con sus mismos integrantes desde hace 10 años. El resto están conformados por personas que comúnmente tocan en  grupos norteños dos de ellos son el Cañonazo y el Piquín, e incluso forman parte de tríos, quienes cobran más barato por una hora de música. 

En noviembre del 2011, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) inscribió a El Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta, como integrante de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Las fechas más redituables son:

10 de mayo, día de las Madres es por ser el regalo favorito y que no pasa de moda.
12 de diciembre, día de Nuestra Señora de Guadalupe es porque la mayoría de la población va a dar gracias a la Morenita, por un año más de milagros cumplidos.