Inconforma a empresarios restricción de horarios

Señalan que pese a esta medida el crimen organizado continuará con los hechos criminales.

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Los restauranteros de la Yaxchilán, no están de acuerdo con este programa de restricción de horario. (Jesús Tijerina/SIPSE)
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Verónica Fajardo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento de Benito Juárez comenzó en la madrugada de hoy la restricción de horarios en bares y restaurantes de toda la ciudad con excepción de la zona hotelera y tiendas de conveniencia, la meta es reducir y prevenir el delito, no para combatir la delincuencia organizada, señaló el director de esta dependencia, Eduardo Mariscal de la Selva.

La restricción de horarios que comenzaron esta madrugada no combatirá la delincuencia organizada, pero la violencia intrafamiliar, accidentes vehiculares, robos, entre otros delitos de bajo impacto, pueden ser controlados con el cierre de bares, giros negros y restaurantes porque en otros estados como en Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México ha tenido resultados.

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El funcionario resaltó que no ve afectación económica por parte de los restaurantes de la ciudad, porque estos negocios cierran antes de las tres de la madrugada, “lo que importa es que la ciudad tenga paz social y en parte estas acciones son para contribuir a ésta”.

Por su parte, empresarios como Manuel García Jurado y Gabriela Delgado Tiempo, restauranteros de la avenida Yaxchilán, no están de acuerdo con este programa de restricción de horario, pero señalaron que están dispuestos a obedecer a la autoridad pese a que el crimen organizado continuará con los hechos criminales.

Gabriela Delgado Tiempo resaltó que en este tipo de programas, los inspectores de Fiscalización abusan porque “buscan pretextos para extorsionar a los empresarios, quienes están conscientes de que a las dos de la mañana se deja de vender bebidas alcohólicas y hasta las tres es el cierre de los bares”.

Para combatir la inseguridad también se debe controlar a los franeleros que salen todas las noches a las calles de la Yaxchilán y son un problema social porque se adueñan de las calles, extorsionan a los clientes que visitan los bares y restaurantes de esa zona y ni la autoridad como Fiscalización ni la Policía municipal tienen un control.

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