Río Secreto, una ventana al universo subterráneo (Video)

Un chamán realiza oraciones para proteger a las personas antes de entrar al inframundo.

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El sistema subterráneo tiene alrededor de cinco millones de años. (Sergio Orozco/SIPSE)
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Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Jamás la oscuridad se pudo sentir como se siente debajo de la tierra, ahí donde la temperatura es más baja que lo habitual y donde tienes un encuentro con tu pasado, al mismo tiempo que te conviertes en consciente de tu futuro. Así es la vivencia en Río Secreto.

A simple vista sobre la carretera sólo es posible observar cortinas de vegetación espesa, sin imaginar que dentro hay una maravilla por descubrir.

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Siete kilómetros selva adentro es posible llegar a la zona de “Perdidos”, en donde previamente a la inmersión del mundo subterráneo, tienes un encuentro con un chamán, el cual en idioma maya eleva oraciones para recibir protección antes de entrar al inframundo.

Al llegar a la entrada de lo que hasta ahora es desconocido para muchos, es posible observar sólo una gran cueva oscura, en la que te introduces río abajo a través de unas escaleras.

Antes de avanzar es pertinente recibir las instrucciones sobre lo que no se debe hacer ahí dentro, mientras tanto ajustas las cintas del chaleco salvavidas y acondicionas la lámpara que llevas sobre el casco.

No tocar” es uno de los lemas principales para contribuir a este entorno de conservación, pues la oportunidad de asomarse por esta ventana es con la condición de no impactar más del 10% de las 90 hectáreas de terreno disponible.

Pero ¿qué es lo que no se puede tocar en esta cueva considerada la semi inundada más larga de la Península de Yucatán? Las estalactitas y las estalagmitas, esa estructura natural que se ha formado desde hace miles de millones de años.

Estalactitas y las estalagmitas: la biblioteca de la lluvia que ocurrió hace miles de años

A simple vista parecen conos de helado hechos con barro que salen del techo, sin embargo, son formaciones sumamente débiles y frágiles que un simple tacto podría fracturarlas.

Mariana Fernanda Lases Hernández, maestra en Ciencias del Agua y guía en Río Secreto, describe que son formaciones de carbonato de calcio, que se forman gracias a la lluvia que se deposita en el suelo y se filtra, así que cada gota permite el crecimiento de éstas.

Caminar dentro de esta cueva permite ver pilares que van del techo al suelo y estas son conocidas como estalactitas, mientras que las que crecen del suelo hacia arriba se llaman estalagmitas.

Su crecimiento es tan lento y a la vez valioso, que en esta cueva hay registros de algunas estalactitas que crecieron medio milímetro durante tres meses y otras que alcanzaron un tamaño de 60 centímetros durante 360 mil años.

En Río Secreto son más de 36 kilómetros que están conformados por senderos que tienen estas formaciones en sus paisajes, algunas llevan millones de años de crecimiento, a tal grado de unirse, por lo tanto a estas ya se les denomina columnas.

Son hasta 25 metros por debajo de la tierra que es posible caminar por los caminos anchos y angostos llenos de oscuridad, en los que hay partes secas y otras zonas en las que el agua te llega a las rodillas, a la cintura o bien, no alcanzas a tocar el fondo.

La lámpara que llevas en el caso siempre es una buena herramienta, así puedes hallar los peces gato que nadan a tus pies y uno que otro pez ciego que se deje ver.

Tal como el Popol Vuh cuenta la historia de dos dioses gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué, quienes atravesaron los portales del inframundo, así quienes viven la experiencia de adentrarse en Río Secreto, se dan una idea de la esencia de la existencia de los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego.

A pesar de que en todo el mundo hay sistemas kársticos (tipo de tierra/suelo), este que pertenece a Río Secreto y que al mismo tiempo se conecta con una red de más de 400 kilómetros de ríos subterráneos, es muy especial, pues al ser una larga cueva semi inundada, permite ver las cavernas que un buzo puede ver sin necesidad de bucear, a tal grado que pueden adentrarse desde niños de dos años, hasta adultos mayores de 80 años o más.

Un sistema joven

El sistema de Río Secreto es el más joven de la Península de Yucatán por ubicarse al noreste, ya que el resto empezó a emerger en el Sur y ahí es donde se ubica la roca más vieja.

“La roca va disminuyendo su edad conforme se acerca a la zona de costa”, explicó Fernanda, quien describió que todo este sistema tiene alrededor de cinco millones de años, aunque la disolución de hoyos comenzó hace 2.5 millones de años. 

Es aquí donde radica la importancia de conservarlo, porque a pesar de que los humanos tienen el derecho de conocer y mostrar este lugar por su belleza y su importancia, es un tesoro a nivel mundial. 

 Con Fernanda Lases, científica y guía

“Se sabe más sobre la superficie de la luna que la de estas cuevas”

Fernanda Lases pertenece a la familia de Grupo Secreto desde hace un año, sin embargo, ha sido tiempo suficiente para saber que es posible dar a conocer las maravillas que tiene el planeta de una manera sustentable, además de dedicar tiempo a la exploración e investigación.

Hay cerca de 30 personas que realizan el trabajo de guiar a los visitantes y cada uno mueve a un grupo de 10 personas como máximo, porque se encargan de orientar a las personas sobre la importancia de este ecosistema, al mismo tiempo que supervisan de manera específica que nadie extraiga ni una sola pieza del lugar.

“Nosotros somos los que entramos en contacto con la cueva, pero en ningún momento debemos impactarlo, debemos tener mucho cuidado día a día”, describió la joven científica, quien conoce que hay sitios en los que la profundidad llega a ser hasta de 120 metros, no obstante, las áreas que el público visita no pasan de cinco.

Así como estas cuevas, hay otras que existen en Australia, China, España, Florida y otras islas del Caribe.

La especialista advierte la importancia sobre disminuir la presión del uso del acuífero, pues explicó que en la zona subterránea hay tres capas de agua: dulce, salobre y agua salada.

Sin embargo, al explotar de más el agua dulce, sólo habría disposición del agua salada en un futuro, tal como sucedió años atrás en Florida.

¿Cómo surgió Río Secreto?

“La historia de Río Secreto es tan extensa como la de la Península de Yucatán”, así comienza su narración Otto Von Bertrab, director general del lugar, sobre la experiencia que vivió al explorar este universo que ahora atrae a más de 70 mil personas cada año.

Estas formaciones rocosas habían permanecido ocultas hasta hace 20 años, cuando durante la construcción de la carretera Cancún-Tulum, exactamente sobre Playa del Carmen, se desplomó el suelo hasta formarse una zona de cuevas.

Algunos testigos afirman que un grupo de norteamericanos sintió curiosidad por el lugar y fue así como comenzaron a explorar estos canales. En ese entonces nadie dio aviso a alguna autoridad sobre las aventuras furtivas de aquellos hombres.

Años más tarde, cerca de 2008, el señor Clero, ejidatario en la zona, invitó a Otto Von, quien también se sumergió y se deslumbró.

“Cuando vi la cueva me llamó mucho la atención por estar bonita. Al estar explorando le di la vuelta a una esquina, pero Clero me dijo que no podíamos seguir porque no era su terreno”, confesó.

Sin embargo, al día siguiente se adentró junto con su esposa, siguiendo un hilo que al parecer dejaron los norteamericanos.

Seguíamos y la cueva era larga, más larga…”, recordó hasta que les tomó un año entero entender las dimensiones del lugar, periodo en el que tuvieron contacto con arqueólogos, espeleólogos y otros especialistas para mapear el sitio. 

El grupo de investigadores al ver la belleza del lugar y la importancia ecosistémica, natural y biológica, visionaron conservar la zona.

En busca del equilibrio, se reunieron con los seis ejidatarios, responsables de las tierras que están en la superficie. Fue así como acordaron recibir un pago con la intención de conservar.

A la fecha aún no ha sido posible alcanzar una categoría como Reserva Natural o Patrimonio de la Humanidad, a pesar de su relevancia, sin embargo, Otto no descarta que en un futuro cercano se sumen esfuerzos para poder obtener este logro.

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