Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Las cerca de 300 tapas metálicas que cubrían las coladeras del desagüe pluvial de la capital, robadas para su venta en el mercado negro, no serán repuestas en lo que resta de la presente administración municipal por falta de recursos, lo que implica, entre otras cosas, un mayor riesgo de que los ductos se saturen de basura, complicando el libre paso de aguas acumuladas por las lluvias.

El director de Protección Civil municipal, Juan Manuel Zamarripa Pérez, explica que en varios de los puntos afectados por la acumulación de agua los residuos sólidos se van al drenaje pluvial al carecer de la tapa, que hace las veces de filtro.

Cada rejilla de acero de aproximadamente 20 kilogramos se cotiza en el mercado negro hasta en 100 pesos, y aunque el precio promedio del kilogramo, a la compra, es de 10 pesos, las “chatarreras” sólo pagan el 50% del valor real, por considerar la procedencia ilegal.

Son personas que desconocen del daño que ocasionan a la Red de Drenaje Pluvial pues al no haber un filtro físico en los pozos de absorción, los residuos sólidos se introducen directamente al drenaje y ocasionan un congestionamiento de basura en los mismos, señaló el entrevistado.

En lo que respecta al Río Hondo, Zamarripa Pérez declaró que éste se mantiene en la tranquilidad y los escurrimientos no representan alerta, pues, en caso contrario tendríamos que evacuar a 12 mil personas que se  encuentran en los márgenes, dijo.

En el municipio Othón P. Blanco existen 84 comunidades rurales, de las cuales 24% tienen colindancia directa con el Río Hondo. En caso de detectar un crecimiento significativo del caudal, personal de la Dirección de Protección Civil municipal realiza el recorrido físico para evaluar el riesgo y, en determinado momento, aprobar la evacuación de familias.

Precisamente en el Análisis de riesgo que el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) llevó a cabo en el año 2012 corroboraron los puntos críticos de la capital y respaldaron los estudios que en su momento realizó la dependencia municipal. El tiempo estimado en que la capital se debe despejar de encharcamientos es entre una hora y una hora 30 minutos.