Robos y asaltos, a la orden del día en fraccionamientos de Q. Roo
Varios habitantes han tomado medidas como poner rejas en sus hogares.
Celcar López/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- A los pocos meses de que se entregaron las casas en el fraccionamiento “El Encanto”, la inseguridad no ha cesado, tanto el robo a casas como los asaltos persisten, ya sea en el día o en la noche, declaró Ernesto “N”, vecino del fraccionamiento.
El entrevistado aseveró que han entrado a robar a su casa, a la de su vecino e intentado entrar a la tienda de la colonia, lacual tiene “doble seguro”.
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Varios habitantes han tomado medidas provisorias como poner rejas en sus hogares, y la restauración de las mallas periféricas y una pared para separar dos condominios, a consecuencia de la inseguridad.
El entrevistado mencionó que hace falta mayor seguridad pues están rodeados de vándalos y de personas dedicadas al robo, que vienen de colonias vecinas y hasta del propio fraccionamiento, mientras que los policías no llegan a tiempo al llamado de una emergencia “y no hacen lo suficiente para perseguirlos” y montar una vigilancia adecuada.
Escasa vigilancia policial
Aseveró que la Policía transita pocas veces en las calles principales del fraccionamiento, pero no puede ingresar a los condominios ya que este sector habitacional no ha sido municipalizado.
Pueden notarse casas abandonadas y casas habitables con cristales rotos, áreas baldías atiborradas de basura y otros desperdicios que los propios vecinos ocasionan, declaró Mirna “G”, ama de casa.
Según la entrevistada domina la insalubridad, pues los vecinos sacan la basura a diario situándolas sobre los camellones y las calles, adjuntándose este foco de contaminación, pues el camión recolector pasa tres veces a la semana.
Aunado a esto los habitantes tiene que resolver los defectos estructurales de sus hogares, como reconstruyendo techos y paredes, lidiando con goteras y humedad que afecta la tablaroca de la arquitectura de las casas, y además, lidiar con las inundaciones en las épocas de lluvia, declaró Saday “G”, vecina del lugar.