Por Rafael R. Deustúa

Cuando no era nadie, Sylvester Stallone creó a “Rocky” para construirse un nombre en el cine y ganó un par de nominaciones al Oscar, una de ellas al mejor guión. El mérito de ése guión era el realismo de sus diálogos, la naturalidad de sus personajes, personas de clase baja con aspiraciones sencillas que se topan con una enorme oportunidad de vida y deben probarse si están a la altura. Las secuelas perdieron esa naturalidad que ahora “Creed: Corazón de Campeón” recupera.

Al restaurante de Rocky Balboa, la leyenda del boxeo, llega un tal Donnie Johnson quién le pide que lo entrene como boxeador. Rocky se niega pero el chico revela que es hijo ilegítimo de Apollo Creed, lo cual le conmueve y accede a entrenarlo. Donnie ha encontrado la figura paterna y el entrenador que no tuvo al crecer huérfano, pero en el ring como en la vida estará solo.

Rocky se convirtió en un chiste en los ochenta a base de forzadas secuelas. Con “Rocky Balboa” Stallone parecía haber cerrado el ciclo bien y por la buena, así que el anuncio de “Creed” despertó escepticismo... pero el libreto de Ryan Coogler y Aaron Covington justifica que el veterano cineasta volviera a ponerse los guantes.

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“Creed” es una historia bien justificada con diálogos de naturalidad extraordinaria que aterrizan la historia, le devuelven a la serie el realismo del primer filme y la actualizan. El mismo Coogler la dirige mostrando buena mano para ser apenas su segundo largometraje, la historia es fluída y entretenida sin perder profundidad, pues sabe balancear los diferentes elementos.

Para retratar esos diálogos tenemos el estupendo trabajo de Maryse Alberti, conocida por “El luchador” y “Happiness”, quien da cierta fuerza poética a las distintas escenas de drama y crea unas estupendas secuencias de una sola toma -al menos aparente- en el ring, de forma que nos sentimos cual si fuéramos el réferi. Cinefotografiar secuencias tan diferentes con la misma calidad tiene mucho mérito.

En cuanto a las actuaciones Michael B. Jordan logra dar una sutil profundidad a “Adonis Creed”, a pesar de que a veces parece poco emocional, el contrapeso que en emociones le da Tessa Thompson ayuda a sacar a relucir esas emociones mientras que Sylvester Stallone saca su agresividad y le da confianza.

Stallone hace un gran rol representando un Rocky veterano, cansado de la vida, pero a pesar del gran rol la nominación y posible victoria sería más por la nostalgia que inspira el personaje y a manera de homenaje.