Gustavo Villegas/SIPSE
COZUMEL, Q. Roo.- Únicamente dos supermercados, de los siete que hay en la isla, cuentan en sus instalaciones con contenedores para el manejo de pilas alcalinas y de litio, según informes proporcionados por el personal del Centro de Acopio de Materiales Reciclables (Camar), que en el 2014 captó 750 kilos de este material considerado peligroso, mientras en lo que va del año se estima en unos 500; el resto termina en las instalaciones del relleno sanitario debido a la falta de cultura de reciclaje.

Juan José Angulo Chim, titular de Camar explicó que las pilas y baterías que se acopian, o las pocas que la ciudadanía lleva hasta las instalaciones de este centro, terminan en una instalación de procesamiento especial en el estado de Tabasco.

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Cada envío representa alrededor de cuatro mil pesos en gastos para el ayuntamiento que además deben ser embalados perfectamente para evitar fugas y contar con un permiso de la autoridad ambiental federal.

Cada 200 kilos de este material significan cuatro mil pesos, lo que significa que en este momento se necesitan alrededor de 10 mil para sacarlos de la isla.

Se estima cuatro baterías por vivienda que multiplicado por 25 mil predios, que tiene contemplado el catastro municipal, significan 100 mil baterías que serán desechadas en un periodo de entre uno y tres meses, según su uso.

Sin embargo casi todas estas fuentes de energía terminan en los botes de basura por la falta de cultura de reciclaje.

Programa de reciclaje 'en el olvido'

En la administración municipal 2005-2008 que encabezó Gustavo Antonio Miguel Ortega Joaquín se puso en marcha un programa de reciclaje en el que los supermercados de la ciudad se involucraron y colocaron contenedores para el manejo de estos que son considerados materiales peligrosos.

Los cambios de gobierno fueron poco a poco dejando en el olvido este programa que en su momento tuvo éxito y hoy en día de estos contenedores solo queda uno en las instalaciones de palacio municipal y dos más en igual número de supermercados.

Por su parte Rafael Chacón Díaz, director de Ecología y Medio Ambiente en el municipio explicó que una pila o batería que se deja al aire libre es altamente contaminante. "No solo dañan el ambiente; también daña la salud y una sola es capaz de contaminar cinco mil litros de agua, recalcó.