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Para quienes comen en abundancia o tienen gran desgaste de energía por su trabajo, se recomienda agua carbonatada. (Consuelo Javier/SIPSE)
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Lara Alfaro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La idea de que el agua no tiene color, olor ni sabor es totalmente falsa, afirma Marianela Peña Romero, miembro de la asociación española de hidrología médica e hidrosommelier mexicana. 

“Este líquido sí tiene sus características, cada una posee propiedades que le dan su personalidad, todo dependerá de su lugar de origen, cambia según el estado y el país, por ello se hacen catas como a cualquier bebida”, dijo. 

Indicó que se clasifica en ferrosa, carbonatada, sulfatada y su sabor dependerá de la cantidad de minerales que contenga; su textura, aroma y color es un reflejo del suelo de donde provenga. 

“Somos 80% agua, si no nos hidratamos diariamente podemos padecer de calambres, mareos, cansancio y debilidad"

Para quienes comen en abundancia o tienen gran desgaste de energía por su trabajo, se recomienda agua carbonatada; quien sufre de gastritis, una alcalina; con problemas de cálculos en los riñones, una baja en sodio, y si sufren de estreñimiento, una alta en minerales. 

En el portal web del enólogo y especialista en agua, Renaud Jeanne, se advierte que éstas se deben elegir  por la información del etiquetado, donde se indica el índice de residuos secos, si éste es inferior a 150 miligramos, se considera “neutra” para el organismo.

“La más recomendada son las minerales naturales, son aquellas que durante toda su trayectoria por el subsuelo lleva parte de las materias de las capas del suelo, es diferente a una de río, lago o del grifo”, dijo Peña Romero. 

Éstas son las más protegidas por la naturaleza, agregó, por estar a cientos de metros por debajo de la superficie y es difícil que se contaminen, la de lagos, presas y ríos sí se ven más afectadas por el ser humano. 

Las menos recomendadas son las mineralizadas, son de origen potable, pero se le adicionan minerales por medio de tratamientos agresivos para garantizar su inocuidad. 

“Somos 80% agua, si no nos hidratamos diariamente podemos padecer de calambres, mareos, cansancio y debilidad, por ellos es importante darla la relevancia que tiene y preocuparnos por el tipo que ingerimos”.  

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