Salen de su hogar por un mejor futuro, regresan con vicios

Jóvenes de comunidades rurales abandonan sus casas para trabajar en las grandes ciudades.

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Tras el regreso de los jóvenes con vicios se crean problemas sociales como violencia intrafamiliar y pandillerismo. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Javier Ortíz/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Las comunidades rurales que en su momento fungieron como campamento de refugiados guatemaltecos hace más de 20 años, ubicados en el municipio de Bacalar, están siendo invadidas por los vicios de alcoholismo y drogadicción, principalmente de jóvenes que por espacio de varios años salieron de sus comunidades.

Regino Mendoza, antiguo habitante de esa localidad, señaló que a pesar de las costumbres arraigadas de los habitantes, los jóvenes que salieron a trabajar a las grandes ciudades, incluso, algunos al extranjero, regresan con vicios de este tipo, originando con ello otros problemas sociales como violencia intrafamiliar y pandillerismo.

Dijo que los jóvenes salen con la esperanza de un mejor porvenir, dada la precaria situación económica que viven las alrededor de mil personas que habitan en esa demarcación; sin embargo, en esos sitios adquieren vicios que traen consigo cuando regresan a su lugar de origen, lo que altera la tranquilidad y armonía de sus habitantes.

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Aseguró que no se han presentado casos de robos, aunque no descartó que en un futuro pudieran estar enfrentando un problema de este tipo, cuando la necesidad de las personas los orille a cometer este tipo de delitos, por lo que hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que la población participe en acciones de prevención de dichas adiciones.

"Cada fin de semana tenemos que enfrentar pleitos entre ellos mismos o de violencia en los hogares”

Recordó que hace siete años, los habitantes de San Isidro la Laguna vivían y convivían tranquilamente todos los días, “pero apenas comenzaron a volver los muchachos a la comunidad y cada fin de semana tenemos que enfrentar pleitos entre ellos mismos o de violencia en los hogares”, dijo.

Mencionó que los habitantes de esa demarcación municipal, en su mayoría, conservan sus usos y costumbres, por lo que prefieren trabajar sus parcelas junto con sus hijos para evitar que se alejen de sus familias, aunque algunos se revelan y salen de sus casas con la idea de una mejor vida, que a la larga, está acarreando problemas a las demás familias, dijo.

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