Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- En menos de dos meses, la Secretaría Estatal de Salud (Sesa) ha confirmado 11 casos de paludismo en Quintana Roo, misma cifra que registró durante todo el 2014, confirmó el secretario de Salud, Juan Lorenzo Ortegón Pacheco. 

El entrevistado afirmó que la zona endémica por paludismo está ubicada del sur del estado, específicamente en el municipio de Othón P. Blanco, debido a la constante migración de beliceños y habitantes de otras entidades que llegan a la Ribera del Río Hondo a trabajar en el corte caña. 

Los casos de paludismo trasmitidos por el mosco anopheles infectado por un protozoario llamado plasmodium, se han detectado en las comunidades de Cocoyol y Allende, entre otras de la Ribera. 

“Esta es una zona endémica que hemos estado tratando de controlar desde hace muchos años, sin embargo por la constante migración de diferentes puntos. Son 11 casos que se han detectado en estos dos meses, y el año anterior nos quedó un rezago, entonces son 11 que se han presentado, cifra casi igual a la del año pasado donde tuvimos 11 casos en todo el año”, detalló.  

No siguen el tratamiento 

Ortegón Pacheco explicó que la proliferación de esta enfermedad es porque los pacientes no siguen el tratamiento recomendado por el médico, lo que ocasiona que el virus sea transmitido de un humano infectado a otro, por eso todos los casos documentados han sido autóctonos.  

Para evitar el aumento de casos, la dependencia estatal, a través del área de epidemiologia y vectores han incrementado las acciones de control y fumigación de las áreas.      

“Ya están localizados los lugares de donde se están reproduciendo los casos y el siguiente paso es una campaña intensa para la erradicación del vector, entre ellos la nebulización y eliminación de criaderos”, puntualizó. 

Síntomas del paludismo 

Cabe mencionar que los síntomas de una persona con paludismo son fiebre, cefaleas y vómito, que generalmente aparecen después de 10 a 15 días de la picadura del mosquito. Si no se trata a tiempo, puede poner en peligro la vida del paciente en poco tiempo, pues altera el aporte de sangre a órganos vitales.