En medio del clamor de paterfamilias que piden reanudar clases para unos 150 estudiantes del Centro de Estudios de Bachillerato “Rafael Ramírez Castañeda”, las cuales fueron suspendidas tras la toma del plantel; el funcionario estatal dialogó con alumnos inconformes que han colocado cadenas con candados en los accesos evitando el ingreso de estudiantes, docentes y administrativos.

 

Les explicó que la toma de instalaciones escolares es un acto ilegal y arbitrario, enfatizando que con tal actitud afectan a la comunidad, por lo que urgió a deponer la postura y entregar pacíficamente el inmueble. Asimismo, aclaró que la destitución de la profesora no es asunto que compete al alumnado, sino a las autoridades correspondientes. 

 

Remarcó que su presencia es a solicitud expresa de padres preocupados por el atraso que estarán registrando los programas educativos, justo cuando se encuentran a días de presentar los exámenes del semestre.

 

Destacó que pese a la observación de que no les asiste la razón, los inconformes se niegan a deponer su actitud y entregar las instalaciones para que se restablezca la actividad escolar.

 

Dijo que ha dialogado con varios tutores de los manifestantes para pedirles que los disuadan y convenzan de retirarse.