Jorge Carrillo/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Las condiciones económicas del sur de la entidad, calificadas por empresarios como las más negativas reportadas desde la caída del comercio de importación, les hacen prever que la llamada “cuesta de enero” se prolongará a lo largo del primer trimestre del año.

Dirigentes camarales del comercio y servicios coincidieron en que la economía de la capital del estado, cuyo pulso se hacía sentir por lo menos cada 15 días debido a la derrama monetaria de la burocracia, ha bajado de manera drástica debido a una serie de eventos que se han venido presentando en los últimos tiempos.

Jorge Marzuca Ferreiro, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, refirió que el poder adquisitivo de la población se ha venido abajo por la implementación de políticas económicas erróneas, que enumeró de la siguiente manera: el apoyo total a empresarios foráneos para el establecimiento de grandes plazas comerciales, donde se concentran todos los bienes y servicios que antes prestaban los capitales locales, a las que se exenta de pagos como el impuesto predial.

Asimismo, el deslizamiento del costo de los combustibles, que en esta parte de la geografía nacional, la más alejada del centro del país, donde se produce la mayoría de los productos básicos, encarece alimentos, bienes y servicios.

Otro de los traspiés cometidos es la desvinculación de los inversionistas locales con los titulares de las dependencias de los tres órdenes de gobierno, relacionadas con el fomento a la producción y la falta de interés de sus titulares por apoyar a la industria, comercio y servicios del sur de la entidad.

Marzuca Ferreiro criticó también el hecho de que “el gobierno sólo tenga ojos para el turismo e incline todos sus esfuerzos hacia el norte del estado, donde se habla de un éxito total, cuando la riqueza que se genera no se queda realmente en la entidad ni en el país y que tampoco se distribuye entre los prestadores de servicios con inversión local, pues el 80% del total de habitaciones de hotel pertenecen a los llamados ‘todo incluido’, paquetes que se contratan desde el lugar de origen de los turistas”.

Por su parte, Eduardo Pérez Castañeda, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), dijo que esperan recuperarse de la “cuesta de enero”, cuando las ventas estuvieron por debajo del 30% con relación a diciembre del 2013; dijo que los días por venir serán de altibajos y esperan mayores utilidades en fechas como el 14 de febrero y carnaval, sobre todo en fin de semana.

“La 'cuesta de enero’ es la temporada más difícil para los restauranteros, ya que la gente no tiene recursos, luego de que en diciembre el gasto realizado fue mayor, con las festividades decembrinas y la compra de obsequios”, expresó.

En el mismo sentido, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles de la Zona Centro y Sur del Estado, Georgina Marzuca Fuentes, calculó que la baja ocupación que se registra continuará hasta la Semana Mayor, con un repunte de visitantes que vienen a esta capital a visitar a sus familiares.

Expuso que “por el momento no esperamos ningún alza en este mes, incluso, creo que estaremos en una ‘cuesta de enero’ que se extenderá hasta febrero, e incluso marzo. El primer trimestre del año siempre es bajo, eso es normal”.

Manuel Pinto Martínez, encargado de un pequeño hotel de la avenida De Los Héroes, señaló que durante enero el número de clientes en esa zona disminuyó al 40%.

“Tuvimos casi la mitad que con respecto a noviembre y diciembre del año pasado, pero esperamos que mejore, pues se acerca el carnaval; confío en que atraiga visitantes de Belice, donde se está promocionando”, expresó.

Por su parte, prestadores de servicios, como estéticas caninas, reportaron una muy baja afluencia de clientes durante el mes pasado. Claudia Montes, trabajadora de uno de esos negocios en la avenida Andrés Quintana Roo, refirió que en diciembre tres empleados no se daban abasto, pero que comenzando el año, hasta la fecha, el número de clientes ha disminuido de manera drástica.

“De hecho, una de mis compañeras, la más nueva, ya fue despedida; espero que la situación económica se estabilice, de lo contrario, yo podría ser la próxima que se encuentre sin empleo ante la falta de clientes”, se lamentó.