Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q, Roo.- Alrededor de 200 maestros de Playa del Carmen llegaron ayer a Cancún para unirse al paro de labores y al plantón que lleva a cabo el magisterio en las instalaciones de la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) en rechazo a la Reforma Educativa. Hoy se espera el arribo de profesores del municipio de Lázaro Cárdenas.

Más de mil docentes ocuparon la mañana de ayer el camellón y la acera que queda enfrente de la dependencia, en la avenida Bonampak, lo que ocasionó un lento tránsito vehicular.

Los maestros estacionaron sus unidades en dos carriles y paso peatonal, debido a que la acera la ocuparon para armar sus carpas, colgar las lonas y protegerse de la lluvia.

Las puertas de la SEQ se abrieron a las nueve horas para dar acceso al personal administrativo, quien laboró sin contratiempo alguno. La Policía Estatal y Judicial garantizaba la seguridad del inmueble, no hubo altercados ni roces con la autoridad.

Por la mañana circulaba información por WhatsApp, la principal red utilizada por el magisterio para mantenerse informado, sobre una nueva marcha convocada para las 10:00 horas, pero finalmente un grupo comisionado como vocero del movimiento de base decidió suspenderla hasta nuevo aviso, pues realizarían reuniones para tomar nuevas acciones “contundentes” ante el nulo avance en las negociaciones.

Los profesores se relevaban continuamente; eran las 14:00 horas y para entonces instalaron un equipo de sonido, que aprovecharon para amenizar la estancia con música de salsa, juegos de mesa, la planeación de estrategias para ordenar el movimiento y foros de debate.

Los vendedores ambulantes no desaprovecharon la oportunidad, pues más de 10 estaban instalados haciendo “su agosto”; la venta de raspados, aguas y refrescos, chicharrones, fruta embolsada, las famosas gorditas de chicharrón y los kibis fueron los más demandados por los maestros.

Más tarde, alrededor de la mitad de los maestros se fue a sus hogares. Las carpas y lonas eran insuficientes para resguardarse de los intensos rayos del sol. En algunos mentores se reflejaba el cansancio.

Un nuevo rumor sobre otra posible marcha corrió por las redes sociales y de boca en boca; comenzaría a las 16:00 horas y seguirían la misma ruta.

Los animó subieron de tono y comenzaron a prepararse para la partida; sin embargo, reinó la desorganización y decidieron no salir a marchar, pues apenas eran 300.

A las 17:00 horas corría la noticia de que en en Chetumal el Comité de Lucha había logrado un acuerdo para retornar de nueva cuenta a las aulas y que la mesa de negociación continúe de forma permanente. Ante esta propuesta, centenares de docentes mencionaron que no bajarían la guardia hasta no garantizarles su estabilidad laboral y la permanencia en sus plazas.

“No dejaremos de luchar por nuestros derechos, esta reforma es laboral y no educativa, debemos estar concientes de la afectación severa que tendremos”, dijeron.

Sabían que su tiempo se agotaba, la lucha debía tomar un giro diferente pues sólo tenían tres días para la solución, ya que si el presidente de la república firma la Ley no habrá “marcha atrás”, por lo que planeaban tomar acciones contundentes.

A las 18:00 horas convocaron a reunión los voceros del comité, una hora después regresaron a la sede del plantón para informar a sus delegaciones lo acordado hasta ese momento. Se anunció que el paro y el plantón era indefinido solicitando a los maestros paciencia y voluntad para continuar en la lucha pues se realizaría una última reunión a las 21 horas para preparar las acciones y el giro que tomaría el movimiento pues al no haber acuerdos debían estar preparados para continuar. 

Un maestro en uno de los grupos de debate mencionó que los docentes de Educación Medio Superior aún no entendían que también la reforma educativa les perjudicaría pues a partir de este año la educación básica comprende el Bachillerato y por ende serán regidos por las mismas leyes.