Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Son las 19 horas y a la altura del kilómetro 0, algunas personas empiezan a cambiar sus autos por bicicletas… otros llegan aminando y están listos para montarse en sus vehículos de dos ruedas… tras media hora de espera, emprenden el corto viaje en representación de la necesidad de disminuir la generación de Gases de Efecto Invernadero, uniéndose al movimiento internacional La Hora del Planeta.

Sobre cuatro kilómetros, anunciaron de manera pacífica la necesidad de cuidar el planeta. Pasajeros y automovilistas iban a vuelta de rueda detrás de los ciclistas que en sus camisetas traían el símbolo de 60+, el cual fue promovido por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) a nivel mundial.

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Así como en la Torre Eiffel, en Francia o en el Ángel de la Independencia, en la Ciudad de México, los artesanos que participan en Manos Mágicas, en Cancún, demostraron que se unieron a pregonar la necesidad de cuidado ambiental.

Unieron sus palmas por un momento a partir de las 20:30 horas y así, quienes llegaron de la rodada, se agregaron poco a poco, para después encender las velas que formaron el símbolo que compromete a la sociedad a ser más conscientes del uso de la energía eléctrica y de otros elementos contaminantes.

Artesanos y ciclistas

Aracely Ramírez López, integrante de Arsa Caribe, encabezó el movimiento entre los artesanos y ciclistas. El mensaje principal fue dirigido a jóvenes, para que sean quienes dirijan las acciones responsables en su entorno.

A pesar de que las luces no pudieron ser apagadas de manera general, hubo locales que por un momento desconectaron su alumbrado y además el mensaje simbólico fue dirigido a todos los asistentes. En el Ayuntamiento de Benito Juárez, en punto de las 21:30 horas, el edificio principal se volvió a encender como de costumbre se mantiene.

Durante la hora que estuvieron apagadas las lámparas, el ballet folclórico del municipio representó bailables que dejaban un mensaje de conciencia ambiental. Turistas se detuvieron por un momento en las distintas sedes en las que fue promovido el evento, pues La Hora del Planeta se convirtió desde hace tres años en un fenómeno global.