Manuel  Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Habitantes de diferentes colonias, distintas filiaciones partidistas e incluso de diferentes religiones, acudieron ayer al Santuario de la Cruz Parlante para llevar a cabo una jornada de rescate y preservación del lugar que tienen bajo su resguardo Dignatarios Mayas de algunas comunidades.

Los voluntarios, quese convocaron a través de la red social Facebook, llegaron a ese lugar con el propósito de mejorar la calidad ambiental y la imagen del Santuario de la Cruz Parlante llevando a cabo una jornada de convivencia, reforestación y limpieza de tan importante Centro Ceremonial.

Durante el evento se escucharon algunas críticas a los dignatarios mayas que son alrededor de 80 a la semana, quienes ocupan de manera permanente ese lugar; los ciudadanos señalaron que los miembros de las agrupaciones indígenas que llegan a este lugar a realizar sus guardias y ceremonias se les entrega una compesación mensual acompañada de despensas para los dignatarios y acompañantes.

Descuidan el santuario

"Cuando menos por eso, quienes prácticamente viven en este lugar deberían ocupar su tiempo libre en limpiar, deshierbar las afueras y el interior del santuario o dedicarse también a desazolvar el cenote ya que las aguas ya se encuentran putrefactas; los líderes de partido deberían estar con nosotros colaborando en la jornada, que se realiza para embellecer y conservar el lugar en que se encuentran”, afirmó Leticia Chan Dzay, estudiante del Tecnológico de esta ciudad.

En ese marco, el cronista vitalicio de la ciudad, Mario Chan Collí, y el director del Museo de la Ciudad, Marcelo Jiménez Santos, explicaron los acontecimientos históricos del Centro Ceremonial y su importancia de preservarla como patrimonio cultural de la Zona Maya, pero al mismo tiempo llamaron a los dignatarios a efectuar de forma permanente trabajos de limpieza y aseo de todas las áreas en forma constante.

El histórico sitio está bajo la tutela de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, pero su intervención está supeditada por usos y costumbres de la región, puesto que son los Dignatarios Mayas los depositarios y vigilantes de este patrimonio ancestral.