Los casos de sífilis se duplicaron en tan solo un año en Quintana Roo, estado del Sureste de México que además reporta el mayor número de personas infectadas en el primer cuatrimestre de 2022.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, de enero a abril se registraron 301 pacientes, que es 159.4% más que los 116 que se tuvieron en ese mismo período, pero de 2021.

Miguel Sánchez Alemán, investigador en ciencias médicas en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), advirtió que, pese a que al principio del milenio se registró una disminución drástica de los diagnósticos, en los últimos años se ha reportado un incremento.

“Tenemos un problema bastante grande con la sífilis. En donde nos hemos encontrado con una tasa más alta son en las personas que viven con VIH; son 13 de cada 100 los que tienen sífilis; también hay un 8% de hombres transgénero, hombres trabajadores sexuales, y hombres que tienen sexo con otros de su mismo género”, explicó.

La estadística generada por las unidades de epidemiología indica que el 79.1% (239) de los casos fueron reportados entre la población masculina, pero pese a que la incidencia es mayor entre el género masculino, la situación no es menos grave en el caso de la población femenina.

“Las mujeres tienen más infecciones de transmisión sexual, no por su comportamiento, sino por una cuestión anatómica, porque la vagina es un tejido mucho más susceptible de adquirir cualquier enfermedad, pero ahora se presentan más casos de sífilis en los hombres”, agregó.

El especialista señaló que el aumento de casos entre hombres y mujeres resulta preocupante, debido a las repercusiones que esto puede tener entre la población, ya que la enfermedad generalmente es asintomática.

“Se pueden generar daños neurológicos, cardíacos, en huesos y, por supuesto, provocar la muerte. Por eso es necesario realizar la detección oportuna, para cortar la transmisión y prevenirla”, dijo, y recordó que la sífilis, después de un período de incubación de 90 días, puede provocar lesiones en el área genital que desaparecen en semanas, así como erupciones cutáneas, manchas en las manos y palmas de los pies, entre otros síntomas.

Síntomas en tres etapas

Primaria: habitualmente comienza con una llaga pequeña e indolora, llamada chancro, en los genitales, el recto, labios, boca, garganta, y en el cuello uterino. Suelen empezar de 3 a 4 semanas después del contagio.

Secundaria: es habitual en esta etapa una erupción generalizada por toda la superficie corporal (incluidas palmas de las manos y plantas de los pies) y otros síntomas como fiebre, cefaleas, adelgazamiento, dolor óseo y articular, etcétera. Suelen empezar entre 6 a 12 semanas después del contagio.

Terciaria: es el último escalón de la enfermedad y ocurre años después del contagio inicial cuando no se ha tratado la infección inicial. Los síntomas pueden ser devastadores, causar daños graves en el cerebro, el corazón, la médula espinal y otros órganos e incluso la muerte.