Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Desde hace tres días, María Rodríguez Canul, sus cuatro hijos, dos de ellos menores de edad, y su nieta, duermen a la intemperie luego de que un incendio las dejara sin vivienda. 

Con las donaciones que ha recibido por parte de familiares, amigos, conocidos y la ciudadanía en general, ha improvisado un tinglado con las maderas calcinadas.

El incendio 

Ocurrió el pasado1 de abril, en la colonia Proterritorio, mientras la mujer se encontraba trabajando en la limpieza de una casa y sus hijos en la escuela.

De acuerdo con el director del Cuerpo de Bomberos y de la Unidad de Respuestas a Emergencias Médicas (Urem), Reynaldo Vargas Canché, un corto circuito debido a la mala instalación eléctrica de la vivienda pudo haber originado el incidente.

“Nos quedamos sin nada, no había lujos en la casa, solo lo indispensable para vivir. Soy madre soltera tengo dos niños en la primaria, una en la universidad y la otra que trabaja y me ayuda con los gastos. Ella tiene una niña que cuido. No tenemos otro lugar dónde ir. El primer día, una vecina nos prestó dos cobijas y en ellas durmieron los niños. Mis hijas y yo en las sillas, nos acomodamos como pudimos. Unas maestras nos dieron libretas para que los niños siguieran yendo a la escuela”, contó.

Con la voz entrecortada por el llanto, María agradece a Dios que sus hijos y su nieta no hayan estado durante el siniestro en la casa, así como el apoyo que la gente le ha brindado.