Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Quintana Roo.- Más de 48 mil 700 quintanarroenses con empleo no tienen percepciones salariales, es decir, viven de comisiones o propinas, y más de la mitad se encuentran en la zona norte del estado.

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cuarto trimestre de 2017, el estado tenía una población ocupada de 795 mil 209 personas de 15 años y más, de los cuales 606 mil 757 son  trabajadores subordinados y remunerados, mientras que 48 mil 728, tienen percepciones no salariales.

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De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las percepciones no salariales se refieren a toda aquellas personas que en el desempeño de su actividad, aunque dependen de un jefe o superior, no reciben un salario como forma de pago, sino bajo otras modalidades, como comisiones o propinas.

La cifra de personas con percepciones no salariales al tercer trimestre de 2017, era de 47 mil 540; es decir, que al cuarto trimestre aumentó 2.44% que en números relativos, lo que significa la cantidad de mil 188 personas que se unieron al trabajo con percepciones no salariales.

En la misma encuesta existe un apartado por ciudades, donde sólo contempla la zona norte del estado, resaltando que en Cancún sobreviven bajo estas condiciones de trabajo 27 mil 752 personas, de las cuales 22 mil 927 son hombres, y cuatro mil 825, mujeres.

En contraste, la encuesta revela que de los cuales 558 mil 29 personas asalariadas, sólo 47 mil 361 quintanarroenses tiene más de cinco salarios al día, es decir, considerando que el salario hasta diciembre de 2017 era de 88.36 pesos diarios, significa que ganaban 442 pesos, que al mes se traduce en más de 13 mil pesos.

Cesar Antonio Uit, líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en Othón P. Blanco, indicó que los trabajadores informales y aquellos que viven a base de propinas y comisiones, son el reflejo de la crisis en que muchas familias viven hoy en día para poder llevar alimentos a sus hogares.

Comentó que estas personas no llegan ni a un salario al día y se ven en la necesidad de que no nada más el padre o la madre trabajen, sino en su conjunto, es decir: toda la familia debe aportar para poder sacar los gastos del hogar y cubrir las necesidades básicas.