Soluciones a ojo de buen cubero

Libres de los efectos de los terremotos, los quintanarroenses administrábamos año con año, la lucha contra los huracanes...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Libres de los efectos de los terremotos, los quintanarroenses administrábamos año con año, la lucha contra los huracanes, como único fenómeno de peligro para la actividad turística y para la tranquilidad que, hasta hace no muchos años, se respiraba en las calles de nuestras principales ciudades.

La educación y la cultura en el manejo de la temporada de huracanes, ya estaba más que probada; huracanes como el Wilma, Dean y otros tantos, dieron la lección al mundo de cómo un pueblo unido se levantaba de la adversidad que le imponía la naturaleza y en cuestión de días se encontraba listo para ofertar de nueva cuenta sus servicios al turista.

Pero llegó el sargazo.

Una plaga causada por los fenómenos atmosféricos de los últimos tiempos que da dolores de cabeza a gobierno e iniciativa privada por lo incontrolable de su recale y por la incomodidad que genera su descomposición a visitantes y turistas que desean disfrutar de las playas que las imágenes les vendieron y que hoy un alga marina les impide.

Quintana Roo ha caminado solo ante ese flagelo. El gobierno federal que encabezó el PRI se limitó a otorgar recursos que, en su uso opaco, tampoco generó una estrategia definida pues cuando se generaba un posible plan, la llegada del sargazo disminuía de sus niveles crónicos y las autoridades y turisteros optaban por bajar la guardia.

Pero el actual gobierno actúa peor. La administración de López Obrador observa el problema y propone soluciones sacadas de la manga. A ojo de buen cubero propone que la Secretaría de Marina resuelva un problema que no es de su incumbencia. ¡Qué importa si la UNAM cuenta con un Instituto de Ciencias del Mar! ¡Qué mas da si los oceanólogos de la Universidad Autónoma de Baja California tienen una opinión! ¡Qué puede pasar si no tomamos en cuenta la opinión de expertos locales e internacionales en temas de las corrientes marinas!

Por desgracia, la gestión de las crisis no es el fuerte en la toma de decisiones de la Cuarta Transformación. Gestionar el problema del sargazo a bandazos, con el fin de encubrir un gran negocio para la gestión del tema a través de Fonatur, no es la vía. El problema requiere expertos y conocimientos, esas cualidades que el actual Presidente considera privativas de los neoliberales y que si no reacciona a tiempo, terminarán por destruir la industria de mayor crecimiento en México en los últimos 12 años.

Quintana Roo no puede darse ese lujo y los quintanarroenses tampoco debemos permitirlo.

Lo más leído

skeleton





skeleton