Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) y Starbucks México firmaron un convenio de colaboración para emplear a personas de entre 60 y 65 años de edad. En el caso de Cancún esta vinculación se realizará por medio del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). 

Joanna Márquez García, representante de la Coordinación de Atención al Adulto Mayor y Casa Nohoch Nah (CAAM) en el DIF Cancún, confirmó las intenciones de la cadena comercial. El gerente regional de Starbucks se comunicó con ella para establecer los lineamientos que serían marcados por el Inapam y el DIF serviría como vínculo y supervisor del programa.

Según la información emitida por la franquicia estadounidense el perfil que solicita para ser barista en cualquiera de las sucursales del país comprende la edad de 60 a 65 años, tener escolaridad mínima de secundaria, así como habilidad de preparar bebidas, limpiar, cobrar y dar una buena atención a los clientes.

Desde 2011 en el Distrito Federal se trabajó con un proyecto piloto, contratando a algunos adultos mayores en 10 tiendas de esa ciudad que se dedicaron a preparar los diferentes tipos de bebidas que la empresa ofrece al mercado. Derivado de ese proyecto piloto surgió un adulto mayor certificado como barista trainer de Starbucks, es decir, entrena a los de nuevo ingreso.

Actualmente el DIF apoya por medio del programa del Inapam de empacadores voluntarios a un promedio de mil 500 adultos mayores, en un total de 37 tiendas en toda la ciudad. Las cadenas que se han sumado a este programa son Comercial Mexicana, Soriana, Chedraui y más recientemente Tiendas del Sol.

Márquez García señala que este tipo de programas son de gran ayuda pues elevan la parte anímica de las personas de la tercera edad al hacerlos sentir útiles a la sociedad; un promedio del 70 por ciento de ellos son el sustento de sus hogares.

Para que una persona de la tercera edad pueda acceder a este programa necesita tener 60 años o más, contar con una responsiva firmada por algún familiar y un estudio médico que certifique se encuentra en condiciones para realizar labores cotidianas sin presentar un riesgo para su salud.