Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Los restauranteros de la cabecera municipal de Bacalar se vieron en la necesidad de incrementar entre 15 y 20% sus precios, ante las alzas a los insumos provocado por el “gasolinazo”.

Daniel González Castillo, representante de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), señaló que dicho incremento no ha propiciado una disminución en los comensales. 

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Mencionó que de los 90 negocios de alimentos y bebidas que existen en Bacalar, sólo 25 están afiliados a la Canirac; sin embargo, confió que las próximas semanas incremente el número de los mismos, en virtud de los descuentos que han conseguido como asociación para mantener la actividad.

La actividad restaurantera se está consolidando como una de las de mayor demanda en el Pueblo Mágico, lo que ha propiciado la apertura de nuevos establecimientos con este giro, indicó

“Tan sólo en el primer cuadro de la ciudad se pueden contar al menos seis nuevos negocios los últimos meses”, dijo.

Por su parte, David Martínez Sánchez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Bacalar, señaló que la mayoría de los negocios esperarán hasta la temporada vacacional de Semana Santa para aumentar los precios.

Mientras tanto, son los negocios los que absorben el incremento del precio de insumos, tales como verduras, frutas, granos y aceites, principalmente, los cuales ya comenzaron a sufrir aumentos.

Comentó que al sector empresarial cada vez le resulta menos redituable mantener precios bajos, aunque por consideración a la ciudadanía en general, no ha habido aumentos.

Sin embargo, es una situación ineludible, en virtud del incremento de precios. “Definitivamente nos golpea esta situación, pero tenemos que esperar, tentativamente, hasta las vacaciones de Semana Santa para aplicar los aumentos”, dijo.

La actividad turística en la cabecera municipal disminuye después de cada período de vacaciones, por lo que las empresas que se dedican a los servicios turísticos tienen que adoptar medidas de austeridad para esperar la próxima temporada alta; pero con el alza de precios, se agudizó la depresión económica, afirman los empresarios.