Javier Ortíz/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Bochornoso espectáculo brindaron taxistas del Suchaa y de Bacalar, al disputarse pasaje en plena zona turística, lo que constituyó un episodio más de los muchos que se registran constantemente en la cabecera municipal; tan sólo este lunes, fueron tres los casos, casi simultáneos que presenciaron locales y visitantes donde las palabras altisonantes y conatos de bronca fueron el ingrediente principal.

Jair Ramírez Dzib, dirigente de taxistas de Bacalar, señaló que fueron tres taxis de Chetumal los que resultaron infraccionaron por Sintra este lunes, por “piratear” pasaje, lo que atribuyó a la saturación de concesiones en Chetumal y la insubordinación de un grupo disidente de aproximadamente 200 choferes.

El primer caso fue el que protagonizó el conductor de la unidad con número económico 227 del Suchaa, cuando acudió desde la ciudad de Chetumal a recoger pasaje en un hotel ubicado sobre la avenida costera, en pleno corazón de la zona turística de la ciudad de Bacalar, lo que ocasionó que su trayecto fuera interrumpido por unidades de Bacalar.

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Minutos después, otro taxi de Chetumal fue impedido de subir pasaje en las inmediaciones de la Universidad Politécnica de Bacalar, donde acudió después de dejar pasaje en el paradero que se ubica a un costado del parque central. Por si fuera poco, una tercera unidad hizo lo mismo sobre la avenida 19, pero por tratarse de una persona discapacitada la que abordó la unidad, se le permitió continuar su camino.

Sin embargo, la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), infraccionó las dos primeras unidades, por no respetar un acuerdo establecido entre ambos gremios de taxistas, que permite que suban pasaje en determinadas avenidas de la cabecera municipal, como también pueden hacerlo los de Bacalar en la ciudad de Chetumal.

El representante de ruleteros de Bacalar, señaló que como gremio buscan alternativas para evitar brindar una mala imagen al turismo que llega al Pueblo Mágico y evitar actos bochornosos como los que se registran por la intransigencia de algunos operadores del Suchaa.