'Regaló' dinero para recibir $192 mil y lo perdió todo

Como Luisa, otras mujeres han salido decepcionadas de ‘flores de la abundancia’ que se rompen.

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Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- “Regalé mi dinero y no lo recibí multiplicado, solamente me engañaron…”, comentó a Novedades Quintana Roo Luisa N.

Mencionó que hace cuatro semanas, por invitación de un familiar, llegó a una red de mujeres conocida como “tejedoras de sueños” o “Flor de la abundancia”, motivada por mejorar su calidad de vida.

“Cuando me invitaron a ser parte de esta red, no lo dudé, era alguien de mi confianza y entonces, invité a dos amigas y ellas a dos más para hacer nuestro linaje, todas entregamos nuestros ‘regalos’, el problema vino después, porque a la fecha nadie recibió nada, entonces pregunté y me dijeron que era porque mi red no había trabajado para merecerlo…”, dijo. 

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Entonces recordó los días que pasó reclutando mujeres con las personas que la habían invitado, acudían a salones de belleza, a cafeterías y a conjuntos residenciales para convencer a más mujeres, con ello, aseguraban sus ‘regalos’ prometidos de 192 mil pesos. 

“Me dijeron que debía dar la cara por las invitadas, aun sin conocerlas, y entonces fue la primera alerta que tuve, pero así seguí, ya había dado 24 mil pesos y tenía que avanzar para recuperarlos…”, indicó.

“Me dijeron que debía dar la cara por las invitadas, aun sin conocerlas, y entonces fue la primera alerta que tuve, pero así seguí”

Al paso de tres semanas, Luisa comenzó a ver una mala organización en su red, estaba próxima a recibir 192 mil pesos; sin embargo, comentó que las de arriba de ella no llegaban a las juntas y unos días antes le dijeron: “tienes que hacerte responsable de tu red, y tienes que dar la cara por cada una de ellas”. 

“A la siguiente semana nunca llegaron mis ‘regalos’. Antes de mí, ocho mujeres, (todas amigas) habían sido las únicas beneficiadas, y las de debajo de mí sólo me veían como responsable de su pérdida.

El saberse engañada le dejó mal sabor de boca, entonces les informó que abandonaría el grupo, pero en lugar de ‘bendiciones’, recibió amenazas de sus coordinadoras, quienes le exigían no salirse o de lo contrario iniciarían acciones legales en su contra por abandonar la red. 

Pérdida de lo más valioso: la confianza

En otra red, Blanca N fue invitada por su mejor amiga, le llamaban “atrapa sueños”. Comentó que nunca recibió el dinero prometido. 

Perdí a mis amigas y ellas se quedaron con un problema aún mayor, por la confianza que tuvieron en mí, invitaron a su familia a este grupo y todas perdimos sin manera de reclamar”, señaló.

Para Augusto N, esta noticia no ha sido una novedad, hace un año fue invitado a una red de la abundancia en Veracruz, le llegó de un familiar que es maestro en la capital de esa entidad. 

“Me dijo que era el mejor negocio, exclusivo para hombres, no quise entrarle, y tiempo después, me llamó para decirme que todo había sido un engaño”, aseguró. 

Dónde nació el concepto

Cada linaje está compuesto por 16 mujeres, la cabeza (agua), después de que reciban el dinero (regalos) sus ocho fuegos, entonces podrá salirse del grupo y formar otro nuevo.

Este tipo de red piramidal surgió en Francia en 2006, y fue en España en 2015 cuando una mujer que se hacía llamar “sanadora alternativa” hizo su primera pirámide de la abundancia; meses después al expandirse en su país, llevó esta red a Chile y de ahí comenzó a extenderse por todo Sudamérica, Centroamérica y México. Se dice que a Quintana Roo llegó a través de una diplomática chilena e inició la primera red en Playa del Carmen.

Quienes los coordinan, basan su discurso en la confianza, amor, amistad, en los sueños y deseos, y rechazan a los bancos, así como al gobierno. 

“Aquí no tienen que reclamarte nada, porque das el dinero con completo desapego, no necesitas declarar nada, pues los ‘regalos’ no generan impuestos”, mencionó una reclutadora a nuevos prospectos para que se integraran a la red.

Una de las mujeres “agua”, quien forma parte de otra red, al preguntarle en la reunión de iniciación sobre hasta qué punto esa actividad se convierte en delito, mencionó que no había nada turbio

“Yo te hago un ‘regalo’ y no te voy a denunciar por regalártelo, porque lo doy con completo desapego, esto es una forma de economía solidaria, no hay más que volver a confiar uno del otro”, comentó.

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