David Sosa/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Aunque a fines del siglo XIX, el poeta y cronista mexicano Manuel Gutiérrez Nájera, sentenció que el telegrama “no tenía ni literatura ni gramática ni ortografía”, a más de 300 años de su invención, y con tantos adelantos tecnológicos, sigue siendo uno de los principales medios de comunicación.

En México, el 5 de noviembre de 1851 se instaló en Nopalucan de la Granja, Puebla, la primera línea telegráfica de México y el primer telegrama fue enviado por Juan de la Granja.

En nuestro país, el día del telegrafista se conmemora el 14 de febrero, informó Paloma Ortega Cuervo, operador telegráfico en la oficina de Telecomunicaciones de México (Telecomm) en Cancún.

Destacó que los servicios en Telecomm se han simplificado, se han diversificado y el telégrafo se ha tenido que adaptar a la modernidad.

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Ahora lo mismo se pueden enviar telegramas a alguna de las mil 650 sucursales en el país, o también giros domiciliarios, así como al extranjero, a excepción de Cuba.

También ofrecen el servicio de depósitos y retiros bancarios, pago de servicios, como energía eléctrica, agua, telefonía, televisión por cable, así como tiendas de autoservicio, Fonacot y boletos de avión, entre otros.

La entrevistada refirió que en 1992, el telegrafista Romeo Jiménez Gómez fue designado para suprimir el sistema Morse de los telégrafos mexicanos. El último mensaje fue enviado desde la oficina donde se envió el primero en Nopalucan de la Granja, Puebla, hace más de 170 años. 

Después de la invención en 1985 del servicio de mensajes cortos por parte del ingeniero finlandés Matti Makkonen (1952–2015) que fue implantado en las redes de telefonía celular y de la creación del servicio de correo electrónico mediante la red internet, perdió importancia la transmisión de mensajes telegráficos, ya que los usuarios de las redes de telecomunicaciones comenzaron a transmitir sus propios mensajes sin intermediarios.