Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La Dirección Municipal de Protección Civil en Othón P. Blanco inició la supervisión física de los refugios anticiclónicos de la zona rural, para verificar que estén en buenas condiciones, de lo contrario emitir las recomendaciones para su atención. 

El próximo 1 de junio comienza formalmente la temporada de huracanes 2016 en la zona del Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México, misma que concluye el 30 de noviembre.

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Previo a esta temporada, Fernando Poot Cruz, coordinador de Protección Civil en el municipio, informó que realizan los trabajos correspondientes, el primero hace referencia a la verificación física de las escuelas o edificios que son utilizados como refugios anticiclónicos o albergues temporales.

Explicó que el municipio tiene 147 refugios para seis mil 275 ciudadanos, de estos 122 pertenecen a las comunidades rurales y 25 son de la zona urbana. Todos estos espacios deberán estar revisados hasta antes del 24 de mayo.

Revisión de instalaciones 

La supervisión previa ha arrojado que entre un 60 y 70% de las instalaciones tiene problemas con las instalaciones hidráulicas y la falta de maderas para la protección de estos espacios. Sin embargo, también hace falta alguna ventana o puerta de los salones.

“Hace tres semanas concluimos con la revisión de los refugios de la zona urbana y este martes comenzaremos con los del área rural para tener las condiciones y hacer las recomendaciones necesarias. Como en su mayoría son escuelas daremos vista a la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC)”, comentó.

Aunque no todos los refugios son utilizados, Poot Cruz dijo que es importante mantenerlos en buen estado durante los cinco meses que persiste la temporada de huracanes, además de tener el contacto con los responsables de cada uno.

Indicó que las estadísticas de temporada anteriores dan a conocer que en la zona urbana son ocupados un 20% de los refugios, mientras que en la zona rural la ocupación es de un 10 a 15%, porque la mayoría de las personas acuden a casas de sus familiares, mientras que los habitantes de zonas costeras son canalizados a la ciudad capital.