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Arnold Schwarzenegger, mantuvo el ritmo de la narración. (Redacción/SISPE)
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Por Rafael R. Deustúa

Disfrutar de una película depende de las expectativas que uno tiene de ella, si no llega a lo que soñamos la odiaremos, pero si las supera será nuestro amor de verano. Asistí a “Terminator Génesis” sin expectativas e incluso con dudas, confundido por lo que ví en el trailer y me topé con un universo alterno cuya aceptación dependerá de las audiencias pero que a mí me gustó.

“¡Esta noche recuperamos el planeta!” arenga John Connor a sus soldados antes de lanzar dos golpes simultáneos contra Skynet, la inteligencia artificial que casi extermina a la humanidad. Uno es contra su núcleo, otro contra la máquina del tiempo con la que enviará robots al pasado para salvarse en el presente. Un terminator viaja y Kyle Reese va detrás de él para proteger a Sarah Connor, pero cuando llega a 1984 no se topa con una indefensa mesera sino con una guerrera entrenada por un T-800.

Tras dos exitosas películas de Terminator dirigidas por James Cameron los siguientes proyectos del personaje no convencieron al culto de seguidores que tiene. “Génesis” es un evidente renacimiento de la franquicia que busca preparar terreno para futuros proyectos, incluso el final tiene aire de ser un piloto de tv.

Los guionistas plantean una serie diferente de reglas desde el principio y dan pistas de que éste es otro universo narrativo, pero eso no quedó claro en la promoción del filme desilucionando a muchos. Con esto en cuenta, el libreto es una buena propuesta para poder revivir estas historias cuando ya pasamos con mucho el año en que empezó la guerra contra las máquinas y existen nuevos factores tecnológicos que las historias originales no previeron, como internet.

La dirección de Alan Taylor difiere de la de Cameron en la primeras películas, que dependían de los efectos especiales para asombrar y es mejor al tener giros argumentales que enriquecen la historia, pero permite que se adivinen aspectos del final. Sabe mantener el ritmo y aligera la narración con mucho humor, sobretodo a cuenta de Arnold Schwarzenegger.

Los actores cumplen dentro de sus posibilidades, Jai Courtney y Jason Clarke no muestran muchas herramientas dramáticas, pero Emilia Clarke y Scharzenegger equilibran con un buen trabajo; J.K. Simmons da un buen personaje que explotaron poco y tiene madera para más historias.

En efectos especiales y de sonido tenemos la combinación de elementos digitales y físicos, combinándose con maestría. Hay buenas secuencias de acción aunque a veces se tuerce el guión para facilitarlas -al huir de un robot toman un camión escolar en vez de un coche normal. El sonido y la música acompañan bien y acentúan las emociones.

Es una buena película, pero se disfruta mejor sin recuerdos de la serie original.

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