Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Hasta 90 denuncias semanales por contaminación ambiental llegan a la dirección de Ecología del Ayuntamiento Benito Juárez, quejas que durante toda la administración se han mantenido regularmente, dijo Felipe Villanueva Silva, director de Ecología del Ayuntamiento.

Cancún continúa creciendo, al haber más población hay más aumentos de casas y negocios, los sonidos indeseados constituyen un estorbo público, por lo que son muchas las personas que llega a la dependencia a poner su denuncia que al ser un número considerable diarias le dan respuesta de tres a cuatro días.

En la primera visita de la dependencia se platica con la persona en caso de domicilio o con en el encargado si se trata de un negocio, tras la advertencia si continúa el problema puede ser multado que varía la cifra y puede llegar a hasta 80 mil pesos.

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Villanueva Silva comentó que este es uno de los contaminantes del medio ambiente que presenta mayor problema para la salud del hombre, en el municipio las personas se quejan de exposición de ruidos de talleres, carpinterías, templos religiosos, construcciones de desarrollos de viviendas, restaurantes, bares, y plazas de los alrededores de viviendas.

“Hemos tenido que ir plaza de Toro, Hollywood, y Solaris, en varias oportunidades para que cumplan el reglamento han tenido que cambiar las bocinas y disciplinarse”, agregó.

Los principales males causados por la exposición a ruido son la interferencia en la comunicación, la pérdida de la audición, la perturbación del sueño, y el estrés, las alteraciones que por lo general son pasajeras se producen a consecuencia de un ruido que provoca inquietud, inseguridad o miedo en algunos casos, señaló Angélica Espinosa Prieto, especialista en Desarrollo Urbano.

Algunos estudios han indicado que la perturbación del sueño se manifiesta cada vez más a medida que los niveles de ruido ambiental sobrepasan los límites de serenidad, también producen alteraciones en la conducta momentáneas, las cuales consisten en agresividad o mostrar un individuo con un mayor grado de desinterés o irritabilidad, añadió.

Límite 

La Organización Mundial de la Salud considera a los 55 decibeles como el límite superior deseable al aire libre.