Ángel Villegas/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Nadie se mueve, la expectativa prevalece en las tribunas del ‘Toro’ Valenzuela. Rostros de angustia y preocupación de los aficionados exhiben los niveles de dramatismo que sus protagonistas en la cancha, Pumas 228 y Tigrillos FC, sortean en una final con garras y colmillos, por el título de la Liga Municipal de Fútbol ‘José María Morelos’, categoría Intermedia.

Un 2-2 en el tiempo regular parece prolongar el suspenso, hasta que al 86’, en la agonía, surge la figura de un diminuto jugador, pero de gigantescas cualidades, todo un crack, para propinar el zarpazo decisivo, el 3-2, con un disparo pegado al poste. ¡Gooolll! Sí, los auriazules, enfundados en la piel azulcrema del odiado rival en la Primera División de nuestro balompié, ‘explotan’ de alegría cuando Jair Bojórquez la manda a guardar. La gloria estaba a unos cuantos segundos de tener dueño.

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En contraste, los Tigrillos de Larrocha, pero dirigidos por Raúl Zaldívar, la ‘cruzazulearon’ de nuevo en la campaña, recordemos que antes cayeron (3-1) ante Leones Mayas, en la Final por el Ascenso a Primera Fuerza. Era su segunda oportunidad y la dejaron escapar.

Fue un duelo digno, emocionante, con dos escuadras hambrientas de triunfo. Pumas comenzó ganando al 30’, con un tanto de ‘riñones’, a cargo de Alonso Córdova, imponiéndose en la carrera a la defensa de rojo y negro que no pudo despejar el esférico desde que su portero lo habilitó con un largo servicio. Con todo y marca, tocó el balón a la salida de la meta de Tigrillos.

Herido en su orgullo, los de Zaldívar reaccionaron casi de inmediato, al 33’, con una buena jugada que nació por la bandera derecha, y que en corazón del área, Javier Martínez convirtió con un disparo raso y pegado al poste izquierdo de los de la 228. Así, concluyó la primera mitad.

El complemento no defraudó, todo lo contrario, mantuvo la misma intensidad con la que arrancaron el desafío. Transcurría el minuto 60 y Tigrillos había gestado la voltereta, gracias a un penal que hizo efectivo Alejandro Cruz.

Pumas, que había tomado la ventaja, ahora estaba contra la pared. ‘¡Hay tiempo, cab….!’, exclamaban sus integrantes. En efecto, los muchachos de Marcelo Cano nunca se desesperaron y dos letales contragolpes acabaron con las esperanzas de Tigrillos.

La igualada (2-2) fue de antología de la inspiración de José Fernando Hernández Ruiz, con un fogonazo al ángulo derecho. Tras el silbatazo del silbante, Telésforo Hernández, los Pumas se enfundaron en un abrazo, no sin antes dedicarle, como buenos deportistas, una gran ovación a René Larrocha.