Todo Incluido, sinónimo de competencia y calidad en Q. Roo

Pedir que se regule el sistema es una forma de disfrazar el fracaso de los restauranteros.

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Se mantendrá el All Inclusive mientras lo pidan los turistas. (Jesús Tijerina/SIPSE)
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Renán Moguel /SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Orlando Arroyo Marroquín, presidente del Consejo de Administración de Sunset World Resorts & Vacation Experiences, aseguró que el sector restaurantero que pide la regulación del sistema All Inclusive en la entidad lo hace para disfrazar su fracaso como empresario, debido a que este método responde a la oferta y la demanda del segmento turístico a nivel internacional.
 
El empresario dijo que el All Inclusive es sinónimo de competencia y calidad, por lo que las personas que promueven que se legisle es porque necesitan ayuda para sobrevivir.
 
“Si van a los restaurantes de Cancún, los que verdaderamente saben hacer el negocio, nunca se han quejado de que tienen baja ocupación o de que no hacen negocio, los restaurantes son negocio de expertos y el que no pueda llevar gente, que no se quiera amparar en la ley para disfrazar su fracaso”, aseveró.
 
Arroyo Marroquín precisó que la ley de la oferta y la demanda es una de las más rigurosas a nivel internacional y los incentiva a ser más competitivos, y no tan mediocres.
 
“Pedir que se limiten las habitaciones en el All Inclusive es imposible, la única forma sería es que los turistas no compran este concepto y eso provocaría que nos cambiáramos al Plan Europeo, pero mientras pidan este concepto, así se mantendrá”, afirmó.
 
El presidente del Consejo de Administración de Sunset World dijo que es imposible regular el All Inclusive, ya que en caso contrario los hoteleros pedirían que se limite el número de restaurantes en la ciudad y que también sería una propuesta poco afortunada.
 
Abundó que cada sector tiene que ser competitivo y los restaurantes que tienen éxito no se quejan de que no es negocio, ya que su calidad habla por sí sola.
 
“Como hotelero lo único que quiero es que mi hotel sea exitoso y ellos (restauranteros) deben de procurar lo mismo y que la calidad de su producto sea tan bueno que el turismo llegue solo”, dijo.
 
Comentó que el turista no permanece encerrado en el hotel como se menciona, sino que escoge estar dentro del inmueble y que se tendría que cuestionar al visitante porque no quiere ir a los restaurantes de la ciudad.

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