Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Investigadores estadounidenses en coordinación con el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Georgia, en Atlanta, descubrieron un nuevo medicamento para tratar el sarampión que aparte de aminorar los efectos de los síntomas servirá para proteger a las demás personas de contagios. En Quintana Roo no hay medicamentos específicos para este mal.

Continúa en prueba 

El fármaco aún está bajo vigilancia sanitaria para poder ser autorizado por la FDA (Food and Drug Administration) Agencia de Alimentos y Medicamentos o Agencia de Drogas y Alimentos, por sus siglas en inglés; el nombre provisional  del fármaco es ERDRP-0519 y fue dado a conocer la semana pasada.

Sin embargo, sólo ha sido comprobada su efectividad en hurones infectados con un virus similar al sarampión, por esta razón aún no ha sido dado a conocer de manera oficial.

Actualmente en la Secretaría de Salud (Sesa) no se cuenta con algún medicamento específico para tratar la enfermedad, porque de acuerdo con informes de la Jurisdicción Sanitaria Número 2, aún basta con la dosis que está contemplada dentro del esquema de vacunación.

Para las personas que se enferman con el virus, es común que les receten medicamentos para tratar la neumonía, las infecciones de los oídos y de los ojos, porque pueden quedar secuelas en estos sentidos.

Podrá suministrarse a los menores 

En caso de que el medicamento sea aprobado por la FDA, en México faltará la aprobación por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para que sea distribuido en México.

El fármaco podría suministrarse en niños, ya que son los que suelen contagiarse con mayor frecuencia a través de la respiración, los estornudos y la tos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica al sarampión como una enfermedad que llega a ser mortal sino se aplican las medidas necesarias como la vacuna.

En 2012 hubo 122 mil muertes por sarampión en todo el mundo, es decir, cerca de 330 por día y 14 por hora, aunque la vacunación reduce la mortalidad mundial por esta causa hasta en un 78%.