Edgar Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Tentativamente a mediados de mayo, una vez que culmine el traslado de equipo y mobiliario hacia las nuevas instalaciones del Hospital General “Dr. Jesús Kumate Rodríguez”, el antiguo edificio albergará una Unidad de Especialidades Médicas (Uneme) incorporada a los Servicios Estatales de Salud (Sesa), a la par que permanece el anexo del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits).

Luego de 35 años de otorgar servicios médicos, laboratorios y atender urgencias clínicas, “por norma será la Jurisdicción Sanitaria Número 2 quien se hará cargo del edificio para ampliar sus servicios de Uneme, VIH-Sida y adecuar oficinas administrativas”, informó el director general del nosocomio, Ignacio Bermúdez Meléndez.

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Edgar Mora Ucán, Lorena Arenas Jiménez y Leonardo Castillo Alcudia, representantes de las asociaciones civiles Círculo Social Igualitario, ICW México y Unidos Ayudando por Cancún, respectivamente, emplazaron a Alejandra Aguirre Crespo, titular de Sesa, a destinar el inmueble para ampliar las instalaciones del Capasits y garantizar los servicios de atención integral y esquema de retroviral a favor de mil 400 usuarios, dado que el anexo en el antiguo inmueble es rebasado en cuanto a atención.

A nivel nacional, la incidencia que presentó la entidad respecto a casos sobre la presencia del Virus de Inmunodeficiencia Humada (VIH) y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), le valió ocupar un tercer lugar, concentrando al sector de población portadora de VIH/Sida mayormente en Cancún y Playa del Carmen, al ser los destinos con más afluencia turística.

Según los activistas, desde 2015 hicieron contacto con autoridades con el objetivo de incluir el Capasits dentro de las nuevas instalaciones del Hospital General, principalmente por el uso de laboratorio, sin embargo, al permanecer en las viejas instalaciones no sólo repercute en el tiempo para su traslado, sino también afecta en su economía; además, expresaron que los usuarios se sienten “expuestos” al escrutinio público cada vez que acuden para su conteo de carga viral, ya que suelen formarse fuera del inmueble.