Jorge Carrillo/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Los resultados de la estrategia nacional para el combate al delito de secuestro habrán de visualizarse al ponerse en práctica y llevarse a cabo las acciones que prevén el fortalecimiento de las unidades estatales que recibirán recursos a través del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública, para la implementación de protocolos dirigidos a la investigación, atención a víctimas y seguimiento de los casos, hasta la sentencia de los delincuentes y su encarcelamiento, manifestó el procurador general de Justicia del Estado, Gaspar Armando García Torres.

En este sentido, detalló que acciones importantes como el combate a la corrupción dentro de las corporaciones permitirán avanzar en el tema, que creció en el país debido a que elementos de la autoridad se encontraban relacionados con los delincuentes o bien eran omisos y permitían la realización de los ilícitos. 

Al respecto, enfatizó que desde el inicio de su administración ha llevado a cabo una limpieza de este tipo de elementos y la tolerancia ha sido y será cero como hasta la fecha, lo que ha dado como resultado la depuración de unos 120 elementos por distintas causas que van desde la reprobación de los exámenes de Control y Confianza, renuncias voluntarias al no acatar cambios de adscripción o su participación en ilícitos, en los que se ha llegado al procesamiento penal de los involucrados.

García Torres dijo que la unidad antisecuestros de Quintana Roo cuenta con 29 elementos certificados por la autoridad federal, que hasta el momento han rendido resultados satisfactorios en los casos que se han presentado.

Cifras oficiales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) revelan que durante 2013 se denunciaron 12 casos de secuestro en la entidad, aunque de esta cifra, al menos la mitad resultaron ser falsos, es decir, que inicialmente los familiares del supuesto plagiado se querellaron por el delito, pero luego se descubrió que no se encontraban privados de su libertad, ni se exigió la realización de alguna conducta para que fueran liberados.