Javier Ortiz / SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Al menos una docena de embarcaciones y camionetas deterioradas, ocupan parte de la cancha de fútbol que se ubica a un costado del mercado municipal de Bacalar. Los vecinos aseguran que son criadero de moscos y fauna nociva.

Rosa Isela Manrique Cohuó, vecina del lugar, señaló que las lanchas se encuentran inservibles y algunas deterioradas por el tiempo que han permanecido a la intemperie, sin que nadie se responsabilice de ellos.

Dijo que, además de representar mala imagen para el Pueblo Mágico, también son un foco de infección, ya que se han convertido en potenciales criaderos de moscos por el agua que se acumula en el interior de las lanchas y en guarida de perros y gatos.

En el sitio se pudo constatar al menos cuatro lanchas inservibles, remolques, motos acuáticas en desuso y tres lanchas con el motor montado, mesas de plástico y tres camionetas en las mismas condiciones que las embarcaciones.

Gaspar Jesús González Zárate, también vecino de la zona, aseguró que las embarcaciones y camionetas que ocupan ese espacio son de su propiedad y “no molestan a nadie”.

Vecinos de la colonia 5 de Mayo de Bacalar, denuncian que al menos una docena de navíos deteriorados ocupan parte de la cancha de fútbol.

Dijo estar en condiciones de retirarlos del sitio cuando la autoridad se lo indique, aunque hasta el momento no se lo han requerido, además que no perjudica en las actividades deportivas de las personas que acuden a jugar fútbol, pues sus propiedades ocupan un espacio retirado de donde se encuentran instaladas las porterías.

De acuerdo con el director de Deporte, Cultura y Recreación del ayuntamiento, hasta el momento no han recibido queja alguna sobre la invasión de ese campo deportivo, ubicado en la colonia 5 de Mayo, que a decir de algunos vecinos, son quienes le brindan mantenimiento de manera constante.

Los habitantes pidieron que se instalen juegos infantiles en ese lugar, ya que los pequeños de esa colonia y aledañas, no cuentan con un espacio recreativo de ese tipo, “hay suficiente espacio para hacerlo, es cuestión de voluntad”, dijo Reyna Medina Can, quien vive en la colonia Mario Villanueva.