Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Son las manos mexicanas artesanas de Alejandro Rosas Pascal, las que hacen los llamados muñecos de aserrín, unas pequeñas figuras las cuales les ponen semillas de chía y tras tres días de regarlas con agua crece una planta formando un macetero. 

Rosas Pascal es originario de Veracruz, con no más de 25 años de edad, viaja alrededor de la República Mexicana con un pequeño puesto ruletero, donde a recorrido muchos lugares del país pero dice que  ninguno como Cancún para vender sus muñecos de aserrín. Él encontró la manera de darle vida a una planta que formaba parte de la alimentación de los aztecas y toltecas. 

El proceso para realizarlos es fácil, tan sólo se necesita aserrín, una malla que lo cubra y de forma, así como las semillas de chía que son pegadas en las diferentes formas de muñecos. 

Los animales van desde elefantes, conejos, cocodrilos, peces, jirafas, hasta figuras infantiles como el señor cara de papa de la película Toy Story. 

En dos horas puede realizar hasta 100 muñecos de aproximadamente 20 centímetros, cada uno lo vende en 30 pesos y dos por 50 pesos, al vender los 100 muñecos gana de dos mil 500 pesos a tres mil pesos. 

Conseguir los productos no es complicado, ya que el aserrín se compra en una maderería y las semillas en las tiendas de mascotas que vendan alimento para pájaros. 

La idea de los muñecos de aserrín nace de un viaje que realizó Rosas Pascal a Oaxaca, en donde encontró un producto similar, pero hecho con barro. Él, con sus pocas herramientas y una gran imaginación logró desarrollar con semillas de chía los maceteros.