Ambulantes 'invaden' el acceso a la Bahía de Akumal

Comerciantes se quejan de que vendedores ambulantes no sean sancionados.

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Quienes venden cocos ven en los comerciantes callejeros una competencia. (Sara Cauich/SIPSE)
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Sara Cauich/SIPSE
TULUM, Q. Roo.- En los alrededores de la zona arqueológica de Tulum, como en el acceso a la bahía de Akumal se ve mayor número de personas en esta actividad, señalan prestadores de servicios.

Los fines de semana, días festivos y en temporada alta, es cuando se ve una mayor presencia de comerciantes callejeros ofreciendo sus productos al visitante, sin que ninguna autoridad los moleste.

La mayor parte son jóvenes, mujeres algunas veces, que se desplazan con las fruta, paletas, granizados, y se suman a la vendimia habitual que se oferta en el camino de acceso a la zona arqueológica.

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“Aprovechan la situación porque no hay autoridad que intervenga, a determinada distancia, los fiscales del municipio señalan que no tienen injerencia por tratarse de una vía federal, pero a los negocios establecidos si se les colocan sellos de clausura”, lo que molesta a los negocios que cuentan con documentación y pagan impuestos, explica, José Pérez Sifuentes, comerciante de artesanías.

Recientemente colocaron sellos de clausura en un negocio de artesanías, “parece plan con maña, pues en la Dirección de Desarrollo Urbano retrasan los papeles y es cuando la Dirección de Fiscalización acude y multa”, agregó. 

Quienes venden cocos ven en los comerciantes callejeros una competencia. Un granizado cuesta 25 pesos al visitante y ya no paga los 50 pesos por un coco o el agua fría.

Día clave 

“Pueden deambular por donde quieren y a la hora que les parezca"

“Pueden deambular por donde quieren y a la hora que les parezca, y sobre todo los domingos, no hay fiscal o alguna otra autoridad que vigile”, añadió.

El comercio habitual es el de la foto con la fauna exótica, pero en temporada vacacional abundan los que ofrecen fruta que puede llevar horas bajo el sol; la gente solo coloca un recipiente para envases de refresco sobre un cajón y se sienta a esperar clientes, relata Genero Asencio, quien vende artesanías.

También este producto tiene competencia en la vía pública, ya que hay mujeres que ofrecen al visitante servilletas. Estas tampoco han sido removidas, “todo el tiempo están en los alrededores de la plaza y hasta acosan al visitante en busca de conseguir vender algo”.

Situación similar 

Una situación similar se presenta en Akumal, con la misma forma de trabajar de la autoridad. Los fiscales no molestan a los vendedores ambulantes, pero en el caso de los que pagan renta y empleados si reciben sanciones, dijo Alberto Pérez Canales, a cargo de una platería.

En esta zona, el comercio es más abundante a lo largo del camino hasta la Bahía de Akumal y de igual forma, la autoridad no interviene ya sea porque es propiedad privada, o federal, señala.

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