Belleza del Caribe enamora a venezolanos

La población de Venezuela representan la octava migración extranjera más representativa en Cancún, con un 3.3%.

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Los venezolanos se reúnen constantemente en el parque Simón Bolívar ubicado en la supermanzana 44. (Archivo/SIPSE)
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Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- El sabor caribeño lo lleva implícito, Alexandra Malvón García, una venezolana que hace ocho años llegó a Cancún por las simples ganas de conocer otro país fuera de su natal Maracaibo.

Confiesa que su viaje era por 10 días, se paró en las aguas de la zona hotelera y quedó fascinada con los colores del mar, donde disfrutó de la naturaleza, la comida y las bondades que le proporcionaron los mexicanos.

En esos días caminaba y vio un anuncio en uno de los hoteles, solicitaban terapeutas y llenó el formulario, regresó a Venezuela y a los pocos días le llegó un correo para hacerle una entrevista y no lo pensó dos veces, pues estaba soltera y con ganas de seguir superándose.

En ese hotel estuvo por dos años, en la actualidad labora en otro en la Bahía Petempich y confiesa haber aprendido otras técnicas de masaje.

La población venezolana en Cancún representa octava migración extranjera más representativa, con un 3.3% de la población entre las 87 diferentes nacionalidades que existen en el municipio.

Una de las cosas que más extraña es el café venezolano, “un sorbo de Madrid (marca popular) en las mañanas en ocasiones lo añoro”.

Las arepas a base de harina de maíz, un plato muy típico de allá , lo extraña de las manos de su madre. También el “pabellón”, elaborado a base de arroz, carne mechada, careotas (frijoles negros) donde encima le ponen plátanos fritos. Al decirlo confiesa que se le hace agua la boca.

Los dulces como el arroz con leche, y el hecho por una fruta denominada hicaco al cual le ponen azúcar y colorante rojo, es muy típico de su zona.

Al llegar las fiestas decembrinas extraña las gaitas, tradicional música que siglos atrás inició como protesta con las autoridades y luego se fueron ambientando a las celebraciones de fin de año.

El ambiente caribeño de su zona, el desenfado de la gente, la broma y la salsa, la comparte cuando se reúne con sus paisanos en el parque Simón Bolívar ubicado en la supermanzana 44.

No piensa dejar Cancún, es un lugar que la ayudó en su formación y su unión con un hombre mexicano, el cual ya le inculcó la música de tambor venezolana presente siempre en su casa.

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