Venta de gasolina clandestina, una 'bomba de tiempo'

Se ha visto en al menos 70 viviendas de 57 localidades rurales del municipio de Bacalar.

|
Se ha convertido en próspero negocio para algunas familias. (Javier Ortíz/ SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Javier Ortíz/ SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- La venta clandestina de combustible en al menos 70 viviendas de 57 localidades rurales del municipio de Bacalar, se ha convertido en próspero negocio para algunas familias, a pesar que representan “bombas” de tiempo.

Magaly “N”, almacena 100 litros del combustible en una endeble construcción de madera en la comunidad de Blanca Flor; no es la única, son tres personas más que se dedican a lo mismo en la localidad, pues la demanda es bastante, considerando su ubicación geográfica, aunque el litro es tres pesos más caro, es decir, 17 pesos el litro, en el caso de la maga.

También te puede interesar: Ven al ajedrez como alternativa al déficit de atención

Blanca Flor, es paso de siete localidades del decimo municipio, por donde transitan autobuses, médicos que se dirigen hacia localidades vecinas, maestros y automovilistas en general y la estación de combustible más cercana se localiza a 45 kilómetros de distancia, por lo que la mayoría de los automovilistas y motociclistas de la zona prefieren ahorrarse el viaje.

Al menos 70 viviendas de 57 localidades rurales del municipio de Bacalar.

Quienes almacenan combustible en sus domicilios y lo comercializan tienen que transportarlo en bidones de 20 o 40 litros, ellos no tienen ningún problema para que les surtan en cualquiera de las cuatro gasolineras de la ciudad de Bacalar.

De acuerdo con estimaciones de autoridades de Protección Civil, cuyos nombres reservamos para evitarles problemas porque no están que dijeron para declarar, los expendios de combustible clandestinos existe un punto en cada comunidad de Bacalar y Othón P Blanco; aunque en poblaciones grandes, como Blanca Flor, Reforma y Altos de Sevilla, entre otros, se pueden encontrar hasta cinco viviendas vendiendo gasolina y diesel.

Viviendas rústicas 

Por lo general, son viviendas rústicas que cuentan con un cuarto destinado para almacenar el combustible, “aunque algunos procuran que ese sitio cuente con algunas medidas de seguridad como techo de concreto, lejos de la cocineta, a otros parece no importarle”, citó la fuente consultada.

En la comunidad de Reforma, existe otro expendio de gasolina clandestino, el dueño del lugar, se negó hablar al respecto, pues teme que las autoridades lo sancionen. Sin embargo,  Faustino Be Cohuó, uno de los vecinos de dicho expendio dijo que con el “Jesús en la boca” pues teme que haya algún accidente.

“Los transporta en bidones grandes, los almacena en un cuarto pequeño de madera y techo de lámina, para venderlo, los deposita en botellas de dos y cinco litros que por medio de una manguera deposita en el carro del comprador, pero almacenar tanta gasolina en un lugar sin tanques especiales es riesgoso”, dijo.

Su principal temor es en temporada de sequía, pues está consciente que una chispe puede resultar suficiente para un desastre; a pesar de ello, nunca ha observado alguna autoridad que lo evite, capacite o concientice sobre el peligro que representa.

Protección Civil

William Rubén Sánchez Náhuat, coordinador de Protección Civil Municipal de Bacalar, se negó hablar sobre el tema, a pesar de los riesgos que representan.

En su oportunidad, cuando Bacalar formaba parte del municipio de Othón P. Blanco en aquellas comunidades donde era necesario, por las distancias, contar con expendios de gasolina, Protección Civil, les exigía que por lo menos contaran con extinguidores para poder reaccionar en caso de alguna contingencia.

Lo más leído

skeleton





skeleton