Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL,Q.Roo.- Comerciantes de la ribera del Río Hondo estiman una caída mayor al 40% en sus ventas debido a la situación económica que se vive en la región, pues desde principio de año ya se habían registrado una baja del 15%, pero en el transcurso de los meses ya se ha acumulado un 30% de disminución en la compra de las mercancías.

De acuerdo con el representante de la Cámara Nacional de Comercio en la ribera del Río Hondo, Israel Castillo Olivera, se prevé una mayor afectación debido a que el término del ciclo productivo está por llegar y varios productores cañeros no obtendrán los mismos ingresos que en años anteriores, lo cual disminuirá el poder de comprar.

Castillo Olivera, dijo que los comerciantes de la región han comenzado a tener mayores bajas en las ventas de sus productos, puesto que la crisis que se presentó a finales del año pasado ya se ha hecho más visible y palpable por los productores de caña, ya que  no tienen el mismo ingreso que en años anteriores, por ello ya no acuden a los comercios de la región a comprar o abastecerse de productos como solían hacerlo antes.

Según dijo el representante, las ventas que han reportado los comerciantes de la zona han bajado en aproximadamente un 30%, acumulado en los últimos meses, pues desde principios de año se había reportado una caída del 15% en las ventas misma que, según el empresario, se  debe a la disminución del precio de la tonelada de caña de azúcar, esto a su vez ha repercutido en la economía de los obreros y de los cañicultores ya que sus ingresos han disminuido por que la tonelada de la vara dulce ya no tiene el mismo precio que en años anteriores. La estimación de  gastos por parte de los campesinos ha bajado un más de 30%.

Por esta razón, el sector mercantil de la ribera del Río Hondo, estima que las pérdidas se eleven a más de un 50% de las ventas, pues la problemática cañera podría agudizarse al final de la zafra con respecto al pago de las liquidaciones, tiempo en el cual los productores tendrán que hacer frente a sus pagos de créditos que fueron utilizados para sus cosechas y que son cobrados directamente por el Ingenio San Rafael de Pucté.

A consecuencia de ello, los agricultores ya no tendrán recursos para gastar y el comercio de la región podría verse paralizado parcialmente a consecuencia de que disminuirá la dinámica económica de la región.