Javier Ortíz/ SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Alrededor de cuatro mil 500 botellas de vino de miel orgánica no tienen mercado seguro de comercialización, a pesar que es el único de este tipo que se produce en el estado.

Agripino Rodríguez Morales, quien elabora el producto en su pequeña fábrica en la comunidad de Buena Esperanza, municipio de Bacalar, indicó que producirá un 50% más que el año pasado.

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Sin embargo, no ha podido ingresar a los supermercados porque carece del marbete, que es el distintivo de control fiscal y sanitario, que requiere la Secretaría de Administración Tributaria (SAT).Le apuesta a la venta por menudeo.

Desde hace cuatro años comenzó con la producción de vino de mesa, cuya producción ha estado incrementando en volumen. Comenzó con 40 litros y actualmente ya procesa cuatro mil 500 litros al año.

No obstante, se ha tenido que enfrentar al problema de comercialización, pues ante la falta de puntos de venta establecidos, tiene que venderlos de manera ambulante, en tianguis de Cancún, Chetumal o ferias.

Hace dos años ha buscado ingresar a los supermercados de la capital del estado y la zona norte, por lo cual tuvo que adquirir su patente y código de barras; no obstante, aún le queda un último requisito por completar.

El precio de cada botella de 750 mililitros es de 150 pesos en cualquiera de sus presentaciones: seco, semi seco, semi dulce y dulce; aunque de acuerdo con el productor, gran parte de la producción es en su presentación dulce, porque es el que prefieren sus clientes.

Proyecto integral

Su micro empresa cuenta con un cuarto de fermentación que al mismo tiempo sirve para las otras áreas que se requieren, tales como zona de acopio, añejamiento, oficinas administrativas y bodegas de embalaje, entre otros, los cuales tienen proyectado contar a futuro como parte del proyecto integral.

Al año sólo consigue una producción, por el tardado proceso de elaboración: fermentación turbulenta por espacio de tres meses; después fermentación lenta, que tiene una duración aproximada a los dos meses; sigue la etapa de aclaramiento en otro depósito de acero inoxidable a 21 grados centígrados de temperatura, que es la última etapa antes de pasar a su envasado. Un proceso que tiene de duración un año.