Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El aire patrio empezó a vestir al centro de Cancún pasadas las 18 horas de ayer, la avenida Tulum, en los alrededores del Parque de Las Palapas en la Supermanzana 22 y del Palacio Municipal en la Supermanzana 5, ya veía venir a los cientos de personas que bañados con las luces tricolor de los adornos y las luces, se daban cita para dar el Grito de Independencia.

Los 300 elementos de las diversas corporaciones de seguridad como la Policía Preventiva, Tránsito, Protección Civil, Bomberos y Cruz Roja, empezaron a distribuirse por toda la zona, cubriendo diversas zonas a eso de las 19 horas. Mientras que algunos ciudadanos cubrían apenas un cuarto de la plaza de La Reforma, la cual con el pasar de los minutos empezó a quedarse sin espacio.

Pasados 45 minutos ya tres espectáculos habían deleitado al público desde el escenario conformado a los pies del Palacio Municipal, y al término de la canción de los mariachis, la lluvia jugó una broma, pues cinco minutos antes de las 20 horas las nubes lloraron, para calmar su sollozo tan sólo tres minutos después, saliendo las personas de los escondites temporales que utilizaron para cubrirse del fugaz chaparrón.

Mientras tanto, la avenida Tulum ya presentaba un río de gente, corriente que desembocaba entre las calles de la Supermanzana 22 para crear un lago de personas en el parque de Las Palapas. De este surgían las primeras personas que desafiaban el decreto de fiesta sin alcohol lanzado por las autoridades municipales, y que dejaban su fechoría al descubierto frente al escenario de la Supermanzana 5, donde los diversos artistas de la noche derrochaban su talento.

Disfrutan de música veracruzana

El reloj marcaba las 21 horas y los espacios que se otorgaron en el estacionamiento a un costado del Palacio Municipal, para la venta de ambulantes, empezaban a llenarse. Con la música veracruzana, ejecutada por el grupo Fina Estampa, la pequeña Sarah, de cinco años e hija del matrimonio Miller, miraba atentamente como un pequeño de similar edad ejecutaba algunos pasos típicos, imitando a la perfección los movimientos de su joven maestro. La sonrisa de sus padres reflejaba sus palabras, pues aseguran el color mexicano y la esencia de la fiesta y el baile, regresará con ellos en su retorno a Nueva York.

La estampa jarocha dio paso a los cánticos de un solista vernáculo, quien invitó a las parejas a bailar, ganándose el aplauso del público, el cual ya ocupaba casi por completo la Plaza de la Reforma. Algunos más, seguidores del Dios Baco, hacían su aparición en las inmediaciones del Palacio Municipal, quienes eran invitados por algunos oficiales a retirarse del lugar, recordándoles que se trataba de un evento de corte netamente familiar, y señalando, que la prohibición de alcohol era tanto para la venta como para el consumo en los alrededores del Ayuntamiento. 

Presentación de Eugenia Cabrera

El reloj seguía su marcha, y ya a minutos de las 22 horas, la voz vernácula de Eugenia Cabrera se dejó sentir en el escenario, compartiendo los reflectores con un joven mariachi cancunense, Rodrigo Carvajal, quien demostró su habilidad realizando algunas suertes con la cuerda.

Los minutos avanzaban y la hora del Grito se acercaba, como si los presentes lo presintieran, la Plaza de la Reforma empezaba a llenarse al 100%, según apreciación de elementos policíacos y de Protección Civil; los artistas continuaban su andar por el escenario, mientras los vendedores de algodones, dulces y chicharrones atacaban el cardumen de personas que se juntaban en la explanada.

Llega el ¡viva México!

Finalmente, a las 10:50 horas, las trompetas sonaron y anunciaron el momento de rendirle honores a la bandera, para acto seguido, escuchar el documento de los “Sentimientos de la Nación”, declamado por uno de los representantes de la Secretaría General. Este dio paso, a las 10:55, al presidente municipal, Paul Carrillo de Cáceres, quien invitó a los presentes a gritar ¡viva!, después de expresar el nombre de cada uno de los héroes de independencia, para finalizar con un “¡viva el municipio de Benito Juárez!, ¡viva Cancún!, ¡viva Quintana Roo!”, y tres ¡viva México!

Para continuar con la fiesta patria, se procedió a entonar el himno a Quintana Roo, el Himno Nacional y se bañó el cielo con fuegos artificiales, telón para continuar la fiesta, que pese a estar por debajo de la expectativa de las autoridades de nueve mil asistentes (estiman llegaron siete mil), resultó en una celebración familiar y llena de color.