¿Está Cancún preparada para la población adulta mayor?

El envejecimiento en el estado de Quintana Roo es una condición demográfica peculiar.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Pilivet Aguiar Alayola*

Actualmente, Cancún contiene al 49 por ciento de la población del estado de Quintana Roo, siendo la ciudad más grande y cuyas dinámicas poblacionales y económicas impactan en todo el estado. Su población tiene una edad media de 25 años lo que la convierte en una de las localidades más jóvenes del país. De hecho, solamente el cuatro por ciento de su población tiene 60 años o más, es decir, es adulta mayor.

Sin embargo, el envejecimiento en el estado de Quintana Roo es una condición demográfica peculiar que va a presentar efectos a un plazo más largo que en el resto de México debido, principalmente, a la inmigración de personas en edad laboral y reproductiva atraídos por la intensa dinámica económica de la zona.

Pero concentrar una población tan joven trae como efecto una de las tasas de envejecimiento más aceleradas del país (7.2%), por lo que en el año 2050, y a pesar de la migración constante, se presentaría un aumento drástico de la población adulta mayor, que se concentra en las urbes y por consiguiente, en Cancún en donde la calidad de vida presenta grandes diferencias relacionadas con la etnia y el género.

De seguir el mismo rumbo que llevamos tendremos una sociedad envejecida, con un bajísimo nivel de ingresos derivado de los insuficientes ingresos a los fondos de ahorro para el retiro, condiciones de trabajo no compatibles con las necesidades de la población adulta mayor, la movilidad de la población entorpecida por la traza urbana y servicios de asistencia sobrepasados. También se espera que haya un aumento del número de personas mayores trabajando después de la edad de jubilación, especialmente quienes requieran un complemento económico para la pensión.

Esto nos podría llevar a preguntarnos: “¿Qué ciudad queremos para nuestras personas mayores?” Sin embargo, considero que ya no es la pregunta adecuada. Tenemos que cuestionarnos: “¿Qué ciudad queremos para nosotros en un futuro?”  Recordemos que si todo sale bien, quienes estamos leyendo esto vamos a llegar a la etapa de la vejez más tarde que temprano, y que, las circunstancias en las que se viva y se desarrolle una persona son las que determinarán en gran medida las condiciones de salud y de economía durante la vejez.

* Profesora del Departamento de Desarrollo Humano y del Sistema de Posgrados, Universidad del Caribe. Investigadora en desarrollo humano sostenible, envejecimiento y vulnerabilidad.

Lo más leído

skeleton





skeleton