Xnnials, lo mejor de ambos mundos

El mundo cambió radicalmente con el “boom” de las redes sociales, el internet público y la portabilidad de los teléfonos inteligentes...

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El mundo cambió radicalmente con el “boom” de las redes sociales, el internet público y la portabilidad de los teléfonos inteligentes. De repente, todo cabía en la palma de la mano, y lo que antes era impensable hoy es algo propio de la vida cotidiana.

La generación “x” le dio paso a los jóvenes para quienes lo digital no es opción, sino el único medio para realizar las cosas, y así como llegaron, la sociedad se volcó en ellos para intentar atraerlos a los valores “de antes”, para convertirlos en sujetos del consumo que tanto necesitan la industria para seguir vigente.

Sin embargo, el acceso a internet no sólo creó a los “millennials”, también abrió la puerta a un micro grupo social, enlace con la generación anterior: usuarios de las redes sociales, del iPod y los teléfonos táctiles, que aún conocieron el trato interpersonal, los reproductores de casetes y discos compartos, y que los “ladrillos” de Nokia fueron su primer celular. Hablamos, querido lector, de nosotros: los “xennials”.

Esta llamada a veces generación “tapón”, corresponde a los nacidos entre 1977 y 1983, que combinan el pesimismo decadente y revolucionario de la generación “X”, y el optimismo casi lúdico de los “millennials”, según una investigación del profesor de sociología de la Universidad de Melbourne, Australia, Dan Woodman. En otros términos, somos aquellos que tenemos lo mejor de ambos grupos sociales.

Si nos detenemos a la reflexión, esta propuesta australiana no carece de sentido. En internet, donde parece que el mundo se ha volcado a la conquista de los jóvenes, en (muy torpemente) detrimento de opciones para la gente mayor de 40 años, estamos millones de personas de treinta y tantos a quienes la tecnología no nos es ajena, ni muchos menos nos espanta, pero que nacimos en un mundo donde no existía. Los “xennials” conocemos las ventajas de los medios, las redes sociales y la vida digital, porque aún nos tocó vivir en una sociedad analógica, por tanto, reconocemos las mejoras en la vida diaria, sin darlas por sentadas.

Visto de otro modo, quienes pertenecemos a esta micro generación usamos indistintamente un Kindle y un libro; recurrimos a Twitter para informarnos, pero aún leemos los periódicos y vemos noticieros; contamos con teléfonos inteligente, pero eso no nos impide hacer llamadas o conocer gente más allá de su Facebook o del WhatsApp; y el Instagram no es la base de nuestra aceptación social.

Somos, literalmente, los mejor de ambos mundos porque tenemos un pie en la realidad palpable, y el otro, listo para avanzar hacia el ideal futuro sin tenerle la fe ciega y sin sentido de pertenencia de los “millennials”, o el temor chocante y triste de la generación “x”.

Evidentemente, estas clasificaciones sociales no están escritas en piedra. Los estereotipos que sufre cada generación, no son enteramente aplicables a sus individuos. Jóvenes, adultos o ancianos, todos tenemos la capacidad suficiente para trascender nuestro ambiente y aprovechar la experiencia para hacer del mundo digital que nos rodea, el mejor que a nosotros convenga.

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