X-Pichil, la marca que protege diseños mayas de Carrillo Puerto

Se trata de bordados que requieren hasta siete meses de manufactura artesanal.

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(Karim Moisés)
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Enrique Huerta/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El gobierno municipal de Felipe Carrillo Puerto buscará crear la marca X-Pichil para proteger los diseños de las tejedoras mayas locales ante posibles plagios de las grandes empresas.

Valentín Gómez Lechuga, director de proyectos de Felipe Carrillo Puerto, indicó que ante otros casos que se han dado en el país, se comenzó con la idea de formalizar esta marca que proteja los diseños y trabajos de las 150 tejedoras que forman siete grupos artesanos en la comunidad de X-Pichil.

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Indicó que si bien hasta el momento ninguna marca ha plagiado sus diseños, se debe a que aún están en la etapa de posicionamiento de los productos de esta comunidad, aunque reconoció la posibilidad de que esto ocurra.

“Sabemos que ha pasado en Tenango, donde hay unas marcas que copiaron sus diseños y toda la iconografía, por eso queremos crear la marca X-Pichil como una marca colectiva para estar protegidos en usos y derechos de la iconografía”.

Sin embargo, el primer paso es posicionar a los bordados de esta comunidad en el panorama local y después nacional, para que sean reconocidos e identificados como productos de esa comunidad, por lo que se presentó el evento “X-Pichil, conoce nuestros bordados”, que se realizará en ese poblado –ubicado a 20 minutos de la cabecera municipal– el próximo 22 de agosto.

“Estamos en la etapa inicial, apenas estamos presentando a la comunidad y, lo más importante, es que sepan de dónde viene todo esto. La idea es que la gente llegue a esta comunidad, que llegue directamente a consumir el producto para que el beneficio no quede entre intermediarios, sino con la gente que la trabaja”, explicó.

Indicó que en este evento se realizará una especie de pasarela en la que se presentarán los bordados en prendas que van desde huipiles, guayaberas y vestidos, entre otros productos.

Gómez Lechuga pidió no regatear el precio del producto, pues al final de cuentas son obras artesanales  en las que no se utiliza ninguna maquinaria y en la que las mujeres que producen estos diseños tardan hasta siete meses en terminar sus obras.

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